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Detenida en Sitges una pareja de timadores que buscaba el FBI por fraude hipotecario

Los arrestados estafaban en compras de casas en la que estaban implicadas inmobiliarias de California

Los Mossos d'Esquadra han detenido en Sitges (Barcelona) a una pareja de estadounidenses que eran buscados por el FBI por su presunta implicación en una trama de fraudes hipotecarios con la que entre los años 2006 y 2007 estafaron millones de dólares a bancos de su país.

Según ha informado la policía autonómica en un comunicado, los detenidos son Garret G.G., de 27 años y presunto cerebro de la trama, y su pareja Nicole D. La pareja fue detenida el pasado 16 de octubre en la plaza Eduard Maristany de Sitges, cuando llevaba consigo a su hija de tan sólo diez meses, y tras pasar a disposición de la Audiencia Nacional han sido extraditados a su país.

Los timadores eran investigados por la Fiscalía de Sacramento (California) y tenían una orden internacional de detención dictada por el Juzgado Federal del Distrito Este de California por organizar una trama de estafas en compras de casas en la que estarían implicadas algunas de las inmobiliarias más importantes de la zona de Chico.

Inflaban precios de viviendas

Según las investigaciones, los detenidos inflaban el precio de las viviendas. El cerebro de la trama se encargaba de conseguir compradores fraudulentos de casas en esa zona de California, a los que facilitaba historiales laborales falsificados para aparentar solvencia y conseguir así que las entidades financieras les concedieran una hipoteca.

Para acreditar la solvencia de esos "compradores de paja", el presunto estafador entregaba incluso a las entidades bancarias contactos telefónicos de personas que daban verosimilitud a los historiales laborales y a los datos económicos de los solicitantes de hipotecas. Al mismo tiempo, el presunto timador contaba con la complicidad de constructores y promotores de viviendas, que inflaban los precios de las casas.

Ese "sobre-precio" se lo repartían los promotores inmobiliarios y el cerebro de la trama, que a su vez cedía una pequeña parte de sus beneficios a los "compradores de paja". Éstos nunca pagaban las cuotas de la hipoteca y, aunque los bancos podían obtener parte del crédito embargando la vivienda, no conseguían recuperar el total del capital prestado dado que su precio real era mucho más bajo que el fijado en la operación de compra fraudulenta.

Los investigadores calculan que el detenido podría haber realizado hasta 70 transacciones fraudulentas y sospechan que algunas de las inmobiliarias más importantes de la zona reservaban desde el principio una parte de sus promociones para la trama.

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