La Junta nombra a Manuel Melero director general de Radiotelevisión Andaluza
El presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, ha nombrado a Manuel Melero Muñoz director general de Radiotelevisión Andaluza (RTVA), en sustitución del dimitido Salvador Domínguez, quien, después de cuatro meses de funcionamiento de Canal Sur, ha dejado la empresa pública andaluza con una deuda de 4.000 millones de pesetas. Melero, militante socialista desde 1973 y hombre arin al presidente, ocupaba el cargo de delegado de la Consejería de Gobernación en Málaga.
El PP y el Partido Andalucista han mostrado su preocupación por la designación de Manuel Melero, ya que consideran que no es una persona "aséptica e independiente", pero han anunciado que concederán un "período de gracia de 100 días en la confianza de que imponga un talante dialogante y conciliador".Izquierda Unida, por su parte, interpreta el nombramiento de Melero como un "nuevo ataque del borbollismo al guerrismo y un atentado contra el pluralismo social y político en Andalucía", según manifestó la representante de IU en el Consejo de Administración de Radiotelevision Andaluza, Concha Caballero. Ésta acusó a los restantes grupos de la oposición de "corrupción política por negociar con el Gobierno autónomo el reparto de cargos directivos a cambio de hacer la vista gorda en las cuentas de televisión".
El consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, el Gaspar Zarrías, señaló que el Gobierno socialista espera poner fin al clima enrarecido de la RTVA y "ampliar los cauces normales de diálogo".
Manuel Melero, de 37 años, ingresó en el PSOE en 1973, es licenciado en Filosofía y Letras e inició su carrera política como vicepresidente de la Diputación de Córdoba, cargo al que accedió como concejal de Puente Genil, su ciudad natal. El 17 de mayo de 1988 fue nombrado delegado del Gobernación en Málaga, cargo que había ocupado antes en Córdoba, coincidiendo con la destitución de Enrique Linde al frente de dicha consejería.
El nombramiento para este último cargo levantó gran revuelo político en Málaga, porque se interpretó como un desafío del presidente Rodríguez de la Borbolla al sector guerrista que lo había desposeído días antes de la secretaría regional del partido y que encabezaban los malagueños Carlos Sanjuán y el propio Linde.
Melero está considerado como un hombre de confianza de Rodríguez de la Borbolla y en sus 13 meses al frente de la Delegación del Gobierno en Málaga se ha caracterizado por un intento constante de revalorizar el papel institucional de la Junta en la provincia, sobre la que ejerce un papel dominante el aparato del partido.
