Concentrados en Meco 31 ex terroristas vascos, a la espera de medidas de gracia del Gobierno

Un total de 31 de los 43 presos vascos que suscribieron recientemente un documento en el que se comprometían a abandonar la lucha armada y las organizaciones que la sustentan se encuentran concentrados en el módulo 2 del centro penitenciario de preventivos de Madrid-2 (Alcalá-Meco), en espera de la concesión de indultos. El Ministerio de Justicia tiene avanzados varios de los expedientes, por lo que es muy probable que en las próximas semanas sean sometidos los primeros casos al Consejo de Ministros, único órgano facultado para otorgar las medidas de gracia.

Estos posibles indultos enlazarían las dos operaciones de reinserción social de ex etarras que se han puesto en marcha en los últimos tiempos: una es auspiciada por Euskadiko Ezkerra (vía Bandrés); y la otra, por el Gobierno vasco. El pasado viernes obtuvieron la libertad bajo fianza, previa presentación en la Audiencia Nacional, los ex dirigentes de la VII Asamblea de ETA José Miguel Goiburu, Gohierri, y José Aramendi, ambos acogidos a la vía Bandrés. Quedan otros dos ex dirigentes de esta rama: Antón Alcocer, Zapatones, y Juan Aguirre, Txangurro, actualmente en prisión. Los dos están incluidos en la relación de los 43 ex miembros de ETA solicitantes de indultos particulares presentada recientemente por el Gobierno vasco.La concentración de 31 de estos 43 internos en Alcalá-Meco es fruto de las negociaciones que han venido efectuando representantes del Gobierno vasco, funcionarios del Defensor del Pueblo y altos cargos del Ministerio del Interior. El mero hecho de que estos ex terroristas hayan solicitado indultos particulares, medida a la que se oponen las direcciones de las dos ramas de ETA y de los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CAA), ha sido causa suficiente para su traslado, ya que la convivencia con el resto de los reclusos que todavía siguen fieles a las directrices de sus organizaciones pone en peligro su propia seguridad.

Cinco reclusos más

Con los 31 internos de Alcalá-Meco -de los cuales 25 pertenecían a la rama político-militar de ETA; 3, a la rama militar, y otros 3, a los CAA- conviven 5 reclusos más, 4 de los cuales fueron trasladados al módulo 2 el pasado 3 de mayo. Estos 5 presos, ninguno de los cuales suscribió el documento enviado al Gobierno, han mantenido conversaciones recientemente con el sacerdote Carlos Jiménez de Parga, uno de los funcionarios de la oficina del Defensor del Pueblo que gestiona las solicitudes de indultos particulares.Se trata de Juan Ignacio Loyola Aguirretxe e Ignacio Garay -acusados por la policía de haber pertenecido a ETA Militar-, Juan José Garmendia, Marcos Urdangarín y Andrés Zurutuza. Los dos últimos fueron detenidos en enero pasado por la Guardia Civil, que les acusó de pertenecer al comando La Piedra, de ETA Político-militar VIII Asamblea.

El resto de los concentrados en el módulo 2 son los ex polimilis Jesús María Aranzábal, Jesús Butrón, Juan Ignacio Bilbao, Juan Antonio Aldasoro, Pedro María Erkoreka, Juan Gregorio Eguskizaga, Santiago Lopetegui, José Luis Gutiérrez, Alberto Mendiguren, Baltasar Calvo, Enrique San Juan, Eduardo Fidalgo, Juan Luis Bicandi, José María González Armendáriz, José María Iza, Santiago Rezola, Francisco Javier Adot, Gregorio Manso, Roberto Sanz, Carlos Uriarte, Benito Irizar, José María Aguirre, Antón Alcocer, Koldo Amezaga y José Ángel Alberdi. Completan la comuna Carlos José Catalán, Jesús Guaresti y Manuel Beraza, ex miembros de ETA Militar, y Vicente Senar, Luis Expósito y José María Larzábal, procedentes de los CAA.

Recintos independientes

Igualmente, existen otros 12 reclusos, de los cuales 3 son mujeres, también solicitantes de indultos y que están repartidos por diferentes prisiones. Éstos son los ex polimilis Rosa Dina Martínez Goikoetxea, Gloria Gutiérrez Fombellida, María José Gorroatxategi, José Antonio Tolosa, Pablo Ibarretxe y Jesús Urrutia, y los ex milis Alfredo Orive, José Luis Imaz, Juan Antonio Alonso Santoclides, Ignacio Ugarte, Niko Aizpurrea y Juan Antonio Jiménez Pérez.Fuentes penitenciarias indicaron a este periódico que los reclusos solicitantes de medidas de gracia internados en Alcalá-Meco hacen vida independiente de la comuna de presos de ETA, de manera que no existe ningún tipo de comunicación, todo ello para evitar incidentes.