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Detenido en Francia el etarra Kepa Picabea, al que se atribuyen 24 asesinatos y dos secuestros

Aurora Intxausti

La policía francesa detuvo ayer a Pedro Picabea Ugalde, Kepa, uno de los activistas más sanguinarios de ETA, al que se atribuyen 24 asesinatos, además del secuestro del ingeniero Julio Iglesias Zamora, hace ahora un año. Pikabea fue arrestado junto a la estación de ferrocarril de Bayona (Francia), cuando se disponía a subir al automóvil que tenía estacionado en el aparcamiento. En Sauveterre de Beam (Francia), la denuncia del propietario de un concesionario permitió localizar a Daniel Derguy, presunto autor de los atentados cometidos en las playas españolas el pasado verano.

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La detención de Pedro Picabea se produjo en la calle, a primeras horas de la mañana, sin que se produjese ningún enfrentamiento, aunque el etarra llevaba una pistola automática de calibre 6,35 milímetros, que no llegó a utilizar. También llevaba documentación falsa, concretamente un carné de identidad y otro de conducir españoles. La Policía del Aire y Fronteras (PAF) fue la encargada de arrestar al etarra, uno de los terroristas con un historial delictivo más extenso.Nacido en Lesaka (Navarra) hace 39 años, Kepa entró a formar parte de ETA en la década de los setenta. Según la policía española, de 1979 a 1985 formó parte de los comandos Andarra y Gohierri-Costa, a los que se atribuyen 24 muertos en una docena de atentados cometidos fundamentalmente en Guipúzcoa y Vizcaya.

Kepa es hermano de Rosario Picabea, otro activista detenido en Francia el pasado 30 de mayo cuando intentaba, junto a Iñaki Bilbao, recomponer la cúpula de ETA.

En 1985 huyó a Francia tras participar supuestamente en el secuestro del empresario Ángel Urteaga. El 29 de. marzo de ese año resultó herido en un atentado perpetrado por los GAL en el Café Pyrenées de Bayona (Francia), en el que murió el francés Benoit Decastang. A partir de ese momento, la policía perdió su rastro, aunque se cree que durante ese tiempo formó parte del aparato de mugas (paso de la frontera) de ETA en Francia.

El pasado 7 de junio, tras el descubrimiento de una cárcel del pueblo en Usurbil (Guipúzcoa), se le identificó como uno de los miembros del reconstruido comando Donosti, que el 5 de julio de 1993 secuestró al ingeniero vasco Julio Iglesias Zamora, liberado 117 días después, presuntamente tras el pago de un rescate.

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El consejero vasco de Interior se refirió ayer desde Washington a la detención de Pikabea: "Es una operación muy importante porque se trata de uno de los pocos que van quedando cualificados en la actividad terrorista. Era uno de los sanguinarios que quedaban sueltos. Esto puede provocar la desbandada del comando Donosti porque, seguramente, sus miembros habrán puesto ya pies en polvorosa".

Kepa, que fue trasladado tras su detención a la comisaría de Hendaya, deberá prestar declaración ante la juez Laurence Levert, encargada de asuntos de terrorismo, que examinará la documentación incautada.

Es probable que la extradición del etarra, contra el que existen cinco órdenes internacionales de arresto, se produzca con más celeridad que en casos anteriores, tras la entrada en vigor del nuevo Código Penal francés y la sentencia del Tribunal Supremo francés, que considera delito la pertenecía a la banda terrorista ETA.

Localización de una moto

En el marco de la colaboración hispano-francesa en la lucha contra ETA, las policías de ambos países trabajan conjuntamente para localizar una motocicleta de gran cilindrada, una Yamaha 1.000 GTS, robada el pasado lunes por Daniel Derguy, militante francés de ETA, en Sauveterre, de Bearn, localidad próxima a Bayona.

El etarra dejó al propietario del concesionario de motos las llaves del turismo con el que había llegado al establecimiento, un Fiat Tipo que dejó estacionado en el aparcamiento. El cliente no devolvió la moto y el propietario denunció el caso a la policía, que comprobó que el coche había sido robado el 1 de julio, en París y contenía las huellas de Daniel Derguy quien, con la etarra Nagore Múgica, está acusado de la colocación de varias bombas el pasado verano en las playas del mediterráneo español.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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