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Elecciones 1-M | País Vasco

Ibarretxe gana sin garantías de gobernar

El PNV rentabiliza la campaña del 'lehendakari' contra la crisis, pero PSE, PP y UPD consiguen mayoría parlamentaria - Gran subida de Aralar y descalabro de EA y EB

Juan José Ibarretxe dio ayer al PNV una nueva victoria que, sin embargo, no le asegura el Gobierno. Lo hizo con holgura, rentabilizando una campaña pegada a la realidad social, lejos de las claves soberanistas que se le presuponen y aprovechando el hundimiento de sus socios del tripartito (EA y EB). Sin embargo, este cuarto triunfo consecutivo del actual lehendakari no impide que PSE-EE (24), PP (13) y la entrada por Álava del partido de Rosa Díez (UPyD, 1) sumen votos suficientes para la mayoría absoluta.

El escrutinio del 1-M deja, no obstante, un escenario político endiablado para la composición del futuro Gobierno. De entrada ratifica la capacidad de Ibarretxe para presentarse a la reelección, como propondrá hoy mismo la dirección del partido, pero será consciente, sin embargo, de que los números le imposibilitan la mayoría absoluta. El PNV, además, podría haber fagocitado indirectamente a sus dos socios en el pasado tripartito.

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Resulta patético el hundimiento de Eusko Alkartasuna (EA) que ve cómo su presidente, Unai Ziarreta, se queda incluso fuera del Parlamento vasco tras haber abanderado la ruptura de la coalición nacionalista y emprendido la aventura del polo soberanista entre fuertes críticas que ahora se ven justificadas. Ziarreta puso su cargo a disposición del partido y anunció que en abril se celebrará un congreso extraordinario de esta formación para elegir a una nueva dirección. Naufragio también para EB (de 3 a 1) y su coordinador general, Javier Madrazo, que pierde el escaño y que admitió sus "malos resultados".

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Así las cosas, Ibarretxe, dispuesto "a hablar con todos", tendrá en Aralar (4 escaños), que recupera el voto abertzale civil, a su inesperado compañero preferente de viaje, aunque ello supondría recuperar un discurso nítidamente soberanista que podría devolver al PNV a esa senda identitaria que no agrada en absoluto al presidente del partido, Iñigo Urkullu, como se puso de manifiesto la pasada legislatura.

A su vez, Patxi López, hostigado ayer por los radicales al depositar su voto, sabe que el PSE-EE tiene en su mano alcanzar el Gobierno por primera vez en la historia autonómica de Euskadi, pero las urnas le han deparado la alternativa más comprometida, que no gusta en exceso en Ferraz. Con 24 parlamentarios, el Grupo Socialista podría verse demasiado entregado a las exigencias del PP (13), que fue recuperando el pulso a medida que avanzaba el escrutinio y que ahora ve reforzado el discurso moderado de Antonio Basagoiti. Sin embargo, tanto las eufóricas bases socialistas que anoche aclamaron a su líder al grito de "lehendakari" como los propios populares insistirán a partir de ahora en aprovechar la oportunidad real de desalojar al PNV del poder.

Consciente de ello, el propio Patxi López adelantó anoche su propósito de "reunir los apoyos necesarios" para "liderar el cambio". Y es que el PSE-EE sale reforzado del 1-M al experimentar un espectacular crecimiento (de 19 a 24) con su mejor dato en unos comicios autonómicos, aunque podría haber sido mayor sin el relativo tropiezo de Guipúzcoa, donde se ha visto superado por el trasvase del voto de Eusko Alkartasuna hacia el granero del PNV.

Mientras, la izquierda abertzale corría mucho menos riesgo que el resto porque sus votos no podían ser traducidos en escaños habida cuenta de su ausencia, por primera vez, en el próximo Parlamento vasco. Su apelación al voto nulo entrañaba cierto riesgo ya que contenía elasticidad en la respuesta final, pero, al mismo tiempo, suponía el único termómetro válido para comprobar su actual capacidad de convocatoria.

Hasta 100.000 vascos siguen fieles a una exigencia de solución dialogada "del conflicto vasco" sin rechazo alguno de la violencia de ETA. Representa una significativa pérdida de uno de cada tres de los votantes del PCTV en los comicios de 2005. Una cifra que, a partir de ahora, no podrá evitar la comparación con el registro espectacular de Aralar, defensor de los mismos principios independentistas, pero delimitados por la condena absoluta del terrorismo.

De momento, el sector de Arnaldo Otegi, que se ha impuesto a quienes apostaban por la abstención como rechazo al veto judicial a las listas de D3M y Askatasuna, toma nota y ya ha advertido a la exultante Aintzane Ezenarro que "en pocos días" se dará cuenta de que muchos de sus escaños "no le corresponden".

"Hemos ganado 40.000 votos y el tripartito ha perdido 63.000", ha sido el primer análisis del socialista Patxi López. Éste ha calificado el resultado de algo que para los socialistas "era el eje" de esta campaña, y que "indica que se ha acabado el tiempo de los frentes, de las broncas y de la exclusión.Vídeo: AGENCIA ATLAS
Tras conocer los resultados electorales que le otorgan al PNV la victoria en los comicios del País Vasco (30 escaños), el <i>lehendakari</i>, Juan José Ibarretxe, ha comparecido en rueda de prensa, feliz, asegurando que "los minutos de felicidad en política son de diez segundos".Vídeo: AGENCIA ATLAS

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