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Demetrio Madrid, ex presidente de Castilla y León, será juzgado hoy en Valladolid

El socialista Demetrio Madrid, ex presidente de la Junta de Castilla y León, será juzgado hoy en la Audiencia Territorial de Valladolid, constituida en Tribunal Superior de Justicia de la comunidad autónoma, por un presunto delito social contra la libertad y la seguridad en el trabajo tras la supuesta venta fraudulenta de su empresa textil Pekus, radicada en Villaralbo (Zamora), su localidad natal. El fiscal solicita tres meses de arresto y 300.000 pesetas de multa, y la acusación particular, cinco meses y 390.000 pesetas. IA defensa, que lleva el ahogado José María Mohedano, pide la libre absolución.

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Un deudor Victoriosio

El procesamiento, dado a conocer el 29 de octubre de 1986, es el primero que afecta a un presidente de Gobierno autónomo y motivó la dimisión horas después de Demetrio Madrid como presidente de la Junta castellanoleonesa.Junto a Demetrio Madrid se sentarán en el banquillo de los acusados su hijo mayor, Adolfo, y Esteban Cisneros, antiguo gerente de Pekus y comprador de la empresa. La querella fue interpuesta por 11 de las 13 trabajadoras de este taller textil en diciembre de 1985. El auto de procesamiento se basa en que la venta de Pekus, realizada por Demetrio Madrid, y en su representación por Adolfo Madrid, a Esteban Cisneros, presenta indicios de haber sido llevada a cabo para defraudar los derechos de las empleadas.

Dos años y medio de silencio

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El auto de la Audiencia Territorial reconoce la crisis del negocio y su práctica inactividad durante 1984 y 1985, y señala que, "estando así las cosas", Demetrio Madrid, para no hacer frente al pago de salarios y eventuales indemnizaciones, "se pone de acuerdo con su antiguo empleado Esteban Cisneros y, conociendo su situación de insolvencia, el 11 de junio de 1985 cede a éste la explotación industrial de Pekus como unidad patrimonial, con toda la maquinaria y la plantilla laboral".

Los tres procesados han tenido que hacer frente a una fianza de 17 millones de pesetas. Desde octubre de 1986 Demetrio Madrid no ha querido hacer declaraciones sobre su situación. En vísperas de la vista oral se ha limitado a decir que está muy tranquilo y que, hasta que no se conozca la sentencia, "seré coherente con el valor moral de mi dimisión; llevo dos años y medio en esta situación y espero que todo se resuelva cuanto antes".

Demetrio Madrid indicó al dimitir que no quería que sus problemas personales salpicaran a la institución que presidía. Su actitud fue calificada días después por Felipe González como digna y ejemplar.

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