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El PNV afirma que "ETA aún no ha decidido cesar la violencia"

Un informe policial asegura que la banda actúa en Francia

Luis R. Aizpeolea

La prudencia se impone tras una semana de intenso ruido. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, asegura que "ETA aún no ha decidido el abandono de las armas" y que, por tanto, "es más que probable que mantenga la actividad terrorista". Urkullu lo cree porque su partido tiene constancia de que la banda sigue enviando cartas de extorsión a empresarios y profesionales. Con ello avala la verosimilitud de un informe de la Comisaría General de Información de la Policía, que ayer emitió Radio Nacional de España, en el que se precisa que la banda, pese a su debilidad operativa, continúa con el robo de coches en Francia y con la campaña de extorsión al empresariado.

El mantenimiento de esta actividad terrorista no es contradictorio con el parón que ETA anunció el pasado 5 de septiembre. La banda terrorista dijo entonces que cesaban los atentados ("acciones ofensivas"). Pero no dijo que cesaran ni la extorsión a empresarios y profesionales ni lo que denomina tareas de aprovisionamiento, como los robos de coches. Aquel parón fue fruto del acoso policial y de la presión de la izquierda abertzale, en estos momentos ilegal, que desea un final de la violencia para poder ejercer su actividad política.

Pero la cuestión de fondo está en el debate interno que ETA mantiene sobre el cese total de la violencia y que aún no se ha decantado, aunque algunas fuentes señalan que, desde el verano, ha mejorado la relación de fuerzas a favor de quienes están por el cese.

El líder del PNV se muestra muy prudente en este sentido, porque teme que la pretensión de ETA pueda ser tratar de participar en un futuro proceso de diálogo como un agente político más. Urkullu recuerda que ETA ya trató de jugar ese papel en la tregua de Lizarra, de 1998, y en la de Loyola, de 2006. Y cómo rompió la baraja unilateralmente, con el regreso a los atentados terroristas, cuando los partidos democráticos rechazaron ese intento de tutela de ETA.

"No es tan fácil cerrar la persiana después de 51 años de historia, creando sufrimiento, muerte y dolor y no consiguiendo nada ni siquiera en sus supuestos fines políticos", insiste Urkullu.

Pese a estas reticencias, Eusko Alkartasuna, Aralar y Batasuna, firmantes de la declaración de Gernika del pasado septiembre, están a la espera de que ETA les escuche y dé un paso más con la declaración de un alto el fuego permanente y verificable para antes de fin de año. Los principales partidos democráticos, incluido el PNV, siguen considerando insuficiente todo lo que no sea una declaración de cese definitivo de la violencia por parte de ETA.

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Antes, el 10 de noviembre, Brian Currin, el abogado partícipe en los procesos de paz irlandés y sudafricano y asesor de la izquierda abertzale, anunciará las funciones del grupo de cinco mediadores internacionales que va a constituirse próximamente. A petición de la izquierda radical han renunciado a presionar al Gobierno.

Pretenden promover el diálogo entre los partidos y facilitar la legalización de la izquierda abertzale. No obstante, condicionarán su propuesta a que ETA declare previamente el alto el fuego permanente y verificable, reclamado por la declaración de Gernika, en septiembre, y por ellos mismos, en marzo.

Pero los principales partidos políticos democráticos -incluido el PNV- no son favorables a repetir mesas de partidos, como sucedió en las treguas anteriores de ETA, como la de 1998 y la de 2006. Estos partidos mantendrán, asimismo, la presión sobre la izquierda radical para que logre de ETA el cese definitivo o, de lo contrario, la ruptura con la banda terrorista. "La izquierda abertzale tiene ante sí el reto de disociarse de quienes hasta ahora han ejercido su tutela", señala Urkullu. Sobre esta cuestión hay un acuerdo de mínimos entre el PNV, PSOE y el Partido Popular.

El vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, el pasado viernes tras el Consejo de Ministros.
El vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, el pasado viernes tras el Consejo de Ministros.CLAUDIO ÁLVAREZ

Tregua electoral

La Ejecutiva del Partido Popular del País Vasco pedirá hoy formalmente al lehendakari, Patxi López, que convoque la comisión de seguimiento del pacto que socialistas y populares mantienen en esta comunidad autónoma. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, anunció ayer que con ese encuentro pretende que el lehendakari corte las especulaciones que se sucedieron, a lo largo de la semana pasada, sobre un final próximo de ETA.

Basagoiti culpó al Gobierno de Rodríguez Zapatero y al PNV de propiciar las especulaciones. "[El lehendakari] tiene que evitar que haya ministros, presidentes o socios de Zapatero que estén enredando en el asunto porque están pensando más en su situación electoral, en cómo pueden quedar los votos o en quién va a tener más poder", dijo el líder de los populares vascos. Basagoiti cree que el alto el fuego de ETA es una "tregua electoral" para que Batasuna pueda acudir a las próximas elecciones municipales, que se celebrarán el 22 de mayo de 2011.

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