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CASTILLA-LA MANCHA

Puestos en libertad la esposa y los hijos del presunto asesino del industrial Claudio Ávila

Varios detalles se han desvelado en las últimas horas en torno a la actuación de Mariano Serrano Martín, de 58 años de edad y con residencia en Toledo, como presunto autor del asesinato del industrial Claudio Avila, después de que sus dos hijos, José Luis y Luis Mariano Serrano Bargueño, de 35 y 27 años de edad, respectivamente, y su esposa, Juana Bargueño, hayan sido puestos en libertad tras declarar ante la policía.

Mientras tanto, continúa detenido Mariano Serrano, de quien se sospeché, desde un principio, según ha manifestado a este periódico el hermano de la víctima, Santiago Ávila, quien afirmó: "No nos ha sorprendido en absoluto". Serrano será puesto hoy a disposición judicial, una vez cumplidas las 72 horas de detención reglamentaria. Por su parte, el Gobierno Civil de Toledo convocará también hoy una conferencia de prensa para dar los detalles del suceso, que hasta ahora no han sido desvelados por ninguna declaración Acial.Continúa la incertidumbre sobre los posibles colaboradores del principal implicado; nadie se explica cómo Mariano, una persona de contextura física endeble, pudo trasladar él solo el cadáver de Claudio, hallado en el Tajo 24 días después de su desaparición. Tampoco se ha podido esclarecer de quién procedía la voz anónima que reclamó al día siguiente del suceso un rescate de 40 millones de peseas, ya que el comunicante tenía voz de una persona de edad joven, mientras que el presunto asesino tiene 58 años.

La detención de Serrano, que venía preparándose desde hacía tiempo, ha sido posible gracias a las comprobaciones de la autopsia realizada por el forense Luis Fronela, y después de averiguarse que la sangre y los cabellos hallados en la furgoneta, una Nissan Patrol, fue Mariano adquirió hacía un año aproximadamente en el concesionario de Moisés Alonso, pertenecían a la víctima.

Claudio Ávila no llegó a Bargas acompañado de los supuestos secuestradores, sino que Claudio y Mariano habían convenido encontrarse en el bar El Lucero, situado a la salida de la carretera de Madrid, desde donde se dirigieron, cada uno en su coche, hasta la localidad de Bargas, cercana a la capital. Fue en este municipio donde Mariano dijo haber visto a Claudio con sus secuestradores, dos jóvenes, uno con barba y el otro con gafas oscuras.

Bernardo Moreno, propietario del bar El Lucero, desveló que Caudio Ávila llegó al estableciniento alrededor las 13.30 horas del día 1: "Estuvo aquí tomándose una caña con un cliente al que le había vendido una furgoneta de segunda mano, entregándole la documentación. Cuando salió, sobre las 13.45 horas, estaba esperándolo Mariano en su coche". Posteriormente se dirigieron en distintos vehículos hasta Bargas.

Al parecer, allí entablaron una discusión, pues Mariano le debía a Claudio 300.000 pesetas desde hacía tres años por la adquisición de unas conejeras. Se cree que fue entonces cuando se produjo la agresión mortal. Mariano Serrano tetía licencia de armas por haber trabajado como policía municipal en Toledo.

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Lo que no se ha podido recomponer aún es qué ocurrió con el coche de Claudio Ávila, que fue localizado dos días después en Móstoles (Madrid), con el asiento del conductor en posición normal, mientras que Claudio, debido a su corpulencia, lo mantenía reclinado hacia atrás.

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