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El Rey reunirá hoy en la plaza de España de Mostar a croatas y bosnios

La visita del rey Juan Carlos a Mostar propiciará hoy en esta ciudad, símbolo del enfrentamiento entre croatas y musulmanes de Bosnia, la reunión de los representantes de las dos comunidades en un sencillo homenaje que se realizará a los militares españoles muertos en este país desgarrado por la guerra civil. Las autoridades municipales de ambas comunidades han asegurado que asistirán al acto, que se celebrará en la plaza de España, un pequeño hito, ya que los dirigentes musulmanes evitan esa zona croata de la ciudad. El Rey, que hoy cumple 60 años, será recibido en el aeropuerto de la ciudad por el secretario general de la OTAN, Javier Solana, y el mediador en Bosnia, Carlos Westendorp, ambos ex ministros de Exteriores españoles.

Los mandos de la Brigada Aragón seguían manteniendo ayer reuniones de enlace con las autoridades locales para cerrar todos los detalles logísticos y de seguridad de una visita que aunque esperada desde hace tiempo parece haberles cogido algo por sorpresa. La breve visita del Rey, que regresará esta misma tarde a Madrid con el tiempo justo para asistir a la gala lírica que con motivo de su cumpleaños le ofrecerán los tres tenores en el Teatro Real, es estrictamente militar. Se descarta así cualquier contacto con las autoridades de la federación bosnia.El Rey, que viaja acompañado del ministro de Defensa, Eduardo Serra, será recibido en el aeropuerto de Mostar por Javier Solana, Carlos Westendorp y por general francés Christian Delanghe, jefe de la división multinacional en la que se integra la brigada española. Una compañía multinacional rendirá al monarca los honores de ordenanza antes de que el Rey se desplace al cuartel general de la brigada, situado en MedJugorje, a unos 30 kilómetros de Mostar. Fuentes de la OTAN confirmaron que Solana volará desde Bruselas a Mostar para recibir al Rey y participar con él en el homenaje a los españoles muertos en Bosnia en los últimos cinco años.

Mandos de la Brigada Aragón, en una reunión celebrada ayer con la prensa en la que explicaron las misiones que desarrollan en el sector, subrayaron el hastío que perciben en la población civil. Un hartazgo que explican en la situación política y social que no avanza pese al esfuerzo internacional que se está realizando. Además de la ofrenda floral, el Rey se reunirá en un almuerzo con los oficiales y la tropa de la brigada. El menú especial y la tarta de cumpleaños con la que estaba previsto obsequiar al Rey con motivo de su 60 cumpleaños ha sido suprimido en señal de duelo por la muerte del sargento Santiago Arranz, el viernes, en accidente de circulación.

Las fuerzas españolas han registrado 17 muertos, entre civiles y militares, y más de 120 heridos graves en los cinco años que llevan desplegadas en Bosnia. La Brigada Aragón, formada por 1.100 hombres, realiza al mando del general José María Tomé misiones de seguridad y apoyo a la población civil. Otras once le han precedido en el despliegue.

Desde la firma de los acuerdos de Dayton en 1995, las fuerzas españolas deben además supervisar en su sector el cumplimiento de los acuerdos de paz por las fuerzas armadas musulmanas, croatas y serbias. Las misiones más peligrosas y que más vidas españolas se han cobrado han sido las de patrulla por una red de carreteras antigua y abandonada tras una cruenta guerra civil. Las fuerzas españolas supervisan, aunque no participan directamente, en las operaciones de limpieza de campos de minas, que mensualmente se cobran la vida de 10 civiles y causan 50 heridos. Sólo en el sector español, que tiene una superficie de 5.000 kilómetros cuadrados, equivalente a la mitad de una provincia media española, se calcula que existen 1.100 campos de minas, la mayoría antipersonas. Su total erradicación al ritmo actual costará al menos tres años.

Los oficiales españoles no ocultaron la profunda desconfianza que existe entre las comunidades que forman esta federación, enfrentadas hasta hace poco en una sangrienta guerra. En su opinión, es inevitable la permanencia de una fuerza multinacional en Bosnia.

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El despliegue español, que ha costado más de 100.000 millones de pesetas en cinco años, concluye al igual que el resto de la fuerza multinacional el próximo junio. No hay duda de que la actual fuerza se mantendrá en Bosnia, con otro nombre, aunque con un número más reducido de efectivos. Las fuerzas españolas suman 1.500 hombres con las unidades destinadas en otros puntos de Bosnia y podría reducirse a la mitad. A cambio, podría incrementarse la presencia de agentes de la Guardia Civil para labores de policía.

En su regreso a Madrid, el Rey y el ministro de Defensa aprovecharán para recorrer las instalaciones del destacamento español ícaro, en la base que la OTAN tiene en la localidad italiana de Aviano. Este contingente está compuesto por 175 militares que se encargan de los aviones que España tiene allí, cuatro F- 18 y un Hércules C- 130, y que realizan vuelos de control sobre la zona.

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