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DIÁLOGO Y LUCHA ANTITERRORISTA

El presunto 'etarra' Domingo Troitiño fue quien aparcó el coche bomba en el interior de Hipercor

Domingo Troitiño Arranz, uno de los tres presuntos miembros del comando Barcelona de ETA detenidos el pasado sábado, fue, según fuentes policiales, quien aparcó el Ford Sierra cargado de explosivos y líquido inflamable en los grandes almacenes Hipercor. Aquel atentado causó 21 muertos. Troitiño, experto en explosivos, participó en la fabricación de los siete coches bomba colocados por ETA en Barcelona desde septiembre de 1986, que han provocado 24 muertes. En el momento de la detención, una bomba estaba a medio instalar en un ciclomotor. "Les quedaba poco amonal", afirmó ayer un policía.

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El agente explicó que Domingo Troitiño, de 32 años, reconoció la existencia de un piso en Castelldefels -localizado y controlado por los investigadores desde hace dos meses- y de dos zulos, "sin necesidad de llevarle a Jefatura para interrogarle". Troitiño que en el pasado había formado parte del comando legal Aizkora -al que se le imputan dos asesinatos y la colocación de diversos explosivos-, se encontraba en el piso junto a Josefa Mercedes Ernaga Esnoz, de 36 años, y José Luis Gallastegui Lagar, de 30. Tras las detenciones, la policía fue al piso de Castelldefels, Allí encontró la evidencia más clara de que los detenidos eran los componentes del comando Barcelona, pues estaba dotado de todo lo necesario para fabricar coches bomba.

Un vecino de este edificio explicó a la policía haber visto tiempo atrás en el aparcamiento correspondiente a ese piso dos vehículos: un Renault 12 y un Ford Sierra. El Renault era el que había sido interceptado por la Guardia Civil en una área de servicio de la autopista A-7 cargado de amonal el pasado 6 de junio, mientras las características del Ford Sierra "coincidían plenamente con el coche que explotó en Hipercor", comentó a este diario un agente, que luego dijo escuetamente: "Aquí montaron el coche que mató a la gente del supermercado".

Aquella bomba se preparó en una habitación acondicionada especialmente en Castelldefels. El taller, con paredes de corcho para evitar ruidos, estaba repleto de temporizadores, antenas, radios, ollas y recipientes metálicos en los que colocar el amonal y la metralla. También se encontraron allí siete bidones de 20 litros de un líquido inflamable idéntico al utilizado en Hipercor, que fue el que causó la nube de fuego que quemó a la mayor parte de las víctimas registradas tras la explosión.

Taller terrorista

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En el taller había una pistola, un ciclomotor -en el que estaba a medio adosar una bomba-, matrículas falsas de coches, numerosas herramientas y un ejemplar numerado de un manual de explosivos editado por ETA con el título ETAren-Eskuliburua, que explica cómo montar un coche bomba, cómo destrozar una torre de alta tensión o un viaducto. Los terroristas tenían igualmente un ejemplar del libro Comando Madrid, de José Oneto, y una bolsa de Hipercor, "donde los sospechosos habrían acudido a comprar en más de una ocasión", según un portavoz policial. Un vecino, que reconoció en diversas fotografías a Domingo Troitiño Arranz y Josefa Mercedes Ernaga como vistos en el edificío, comentó: "Me sorprendía que abandonaran Castelldefels los fines de semana, que es cuando todos llegamos aquí para pasar nuestros días de descanso".

La policía también localizó un aparcamiento en un inmueble de la avenida de Roma, también en el centro de Barcelona, en el que los terrorista solían aparcar sus vehículos, así como dos zulos. Uno de ellos en la periferia de la ciudad, en la carretera que une la barriada de Horta con Cerdanyola, y el otro en el kilómetro cuatro de una carretera comarcal junto a Molins de Rei. Los zulos eran bidones metálicos clavados en tierra y cubiertos con maleza. En el momento en que fueron destapados no albergaban explosivos.

Los atentados del comando Barcelona en la capital catalana han tenido, según fuentes del Ministerio del Interior, tres fases diferenciadas. En la primera, Josefa Mercedes Ernaga y Rafael Caride Simón -que fue el identificado por la policía poco después del atentado a Hipercor- se encargaron de fabricar y colocar los coches bomba iniciales (el 13 de septiembre de 1986, en Poblenou; el 14 octubre en la plaza de España, provocando el primer muerto de ETA en Barcelona, y una explosión en la empresa Citroën).

La segunda etapa comenzó con el refuerzo de Domingo Troitiño: destrozo de una caseta en el puerto, matando a un guardia civil; un coche bomba en la sede del subsector de tráfico, matando a un transeúnte, y otro junto a la Société Générale de Banque. El 19 de junio, una semana después de haber reventado un rack en Enpetrol y causar pérdidas por mil millones de pesetas, el comando Barcelona hizo el atentado contra Hipercor, con la matanza de 21 personas.

La policía identificó a Rafael Caride. Su fuga de Barcelona, en agosto, abrió la tercera fase del comando, que coincidió con la llegada de José Luis Gallastegui. En ella, el comando preparaba una serie de atentados para octubre. De la documentación incautada se desprende que personalidades políticas y militares eran ahora su objetivo.

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