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La policía utilizó a Federico Venero para grabar conversaciones de un dirigente de Herri Batasuna

El joyero y conridente Federico Venero informó en 1984 al Ministerio del Interior de las actividades de Mario Puertas Galdós, delincuente y supuesto colaborador de ETA Militar en Santander. La información facilitada por el joyero incluía la certidumbre de la existencia de una "operación importante" de ETA en la capital cántabra. Por otro lado, y en otra actividad relacionada con círculos abertzales, la policía utilizó a Federico Venero para grabar conversaciones con Txema Montero, abogado y dirigente de Herri Batasuna, efectuadas entre junio y octubre de 1987.

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Venero declaró el lunes pasado, en el juicio sobre la mafia policial, que sigue colaborando con Interior en la lucha antiterrorista, lo que se produce cuando se halla procesado por tenencia ¡lícita de armas y tráfico de drogas.El falsificador Mario Puertas tiene antecedentes por robo, apropiación indebida, hurto y receptación. En 1984 abandonó la prisión de Carabanchel y se trasladó a Santander para instalar una imprenta donde falsificar billetes y documentos. Puertas compró un yate, que fondeó en Santander, y conoció a Venero, quien se ganó su confianza alojándole algún tiempo en su propio domicilio, según investigaciones de la brigada anticorrupción.El propio Venero tiene declarado en el sumario de la mafia policial que Puertas poseía cartulinas en blanco del DNI, permisos de conducir y pasaportes. Según el joyero, activistas de ETA entraron en contacto con Mario Puertas para que les preparase documentación falsa. Incluso, Mario Puertas presentó a Venero a un miembro de ETA, "experto buceador y que había participado en un acto terrorista contra el destructor de la armada Marqués de la Ensenada", según añade el joyero en una declaración a la autoridad judicial, recogida en el sumario. El Marqués de la Ensenada fue objeto de un atentado en Santander el 2 de octubre de 1981. Unos submarinistas colocaron un artefacto sobre su casco, en la línea de flotación, a la altura de la cámara de calderas. La acción no causó víctimas, y sí importantes destrozos al abrirse diversas vías de agua.Federico Venero informó de sus averiguaciones al inspector Antonio Caro Fontanillo, actualmente procesado en el sumario de Santander sobre la mafia policial, quien pidió informes sobre Mario Puertas, según está acreditado en el libro de telefonemas de la comisaría santanderina. Sin embargo, los servicios de información de Interior tuvieron constancia de la presencia en Cantabria del supuesto colaborador de ETA a través de la Guardia Civil.

En efecto, el teniente Feijoo, miembro del servicio de información de la Guardia Civil, que tenía a Venero entre sus confidentes, comentó en abril de 1984 a un policía de la Brigada Judicial de Santander que tenía confianza en que "un confidente [el joyero Venero] le derrotase [contase la verdad] un asunto importante de ETA", según consta en una comunicación de la Brigada Judicial de Santander a la de Información de la policía. Tras este comentario, dos miembros de la brigada de Santander mantuvieron una entrevista el 25 de mayo de aquel año con Venero, quien les .comunicó claramente que a la Guardia Civil no deseaba darle nada y que no tenía inconveniente en facilitarlo al Cuerpo Superior de Policía", añade dicha nota informativa.

"Desde hace unos seis meses", agrega el informe, "reside en esta ciudad [Santander] un individuo natural de San Sebastián, llamado Mario Puertas Galdés. Tiene algo más de 40 años, es casi calvo, usa gafas. Este sujeto parece ser que ha sido y es falsificador, y recientemente estaba metido en el mogollón del contrabando de Galicia, saliendo pirado de allí cuando este tema reventó y fueron encausados gran número de guardias civiles, residiendo desde entonces en Santander". "Comunica nuestro informador [Venero] que Mario mantiene contactos con elementos de ETA", y que esta organización "preparaba una operación importante a desarrollar en Santander o provincia, desistiéndose de su realización por algún problema práctico surgido".La colaboración policial de Venero se mantuvo en los años siguientes. Entre junio y octubre de 1987 mantuvo varias entrevistas con el abogado Txema Montero en Santander. Personas cercanas a Venero habían informado a la policía de tales contactos, y los agentes grabaron las conversaciones, mantenidas en el despacho de Antonio Sarabia, abogado del joyero. Unos 40 policías intervinieron en aquel operativo.

Según fuentes cercanas al propio Venero, además de las dos entrevistas en el despacho de Sarabia hubo un tercer contacto del joyero y Montero en un restaurante. Según estas fuentes, el propio Venero grabé disimuladamente la conversación.Información sobre BronardEste supuesto tercer encuentro ha sido negado a este periódico por el propio Txema Montero, quien ha explicado que en los otros dos contactos sólo pretendía recibir información del joyero sobre los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) y el asesinato del dirigente aberizale Santiago Brouard, caso judicial donde él está personado como abogado.

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Montero negó que hubiera contrapartida alguna por estas confidencias de Venero. Fuentes cercanas al joyero sostienen que en el segundo encuentro producido en el despacho de Sarabia, ya en el mes de octubre de 1987, se habló de ETA y se pidió al abogado que hiciera llegar a la organización terrorista que no volviera a atentar en Santander, donde una campaña de bombas había soliviantado la paz de la ciudad cántabra: el 30 de agosto de 1987, tres artefactos de mediana potencia estallaron en Santander y un cuarto en Bezana. El 19 de septiembre, otras dos bombas estallaron en Santander.

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