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El terrorismo golpea al empresariado vasco

Zapatero e Ibarretxe se comprometen a proseguir las obras del tren veloz

Acuerdan en una conversación telefónica máxima firmeza ante el desafío de ETA

Luis R. Aizpeolea

Las obras del AVE o la Y vasca no serán otro Lemóniz ni otra autovía de Leizarán, batallas contra infraestructuras que ETA interpretó como éxitos. Sus partidarios consideran que el cierre de la central nuclear se debió a una cadena de atentados en 1983, lo mismo que el cambio de trayectoria de la autovía, en 1992. Pero la actitud frente a ETA es ahora radicalmente diferente. Ayer, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, decidieron en una conversación telefónica celebrada a primera hora de la tarde resistir al que se apunta como nuevo desafío de la banda.

Zapatero e Ibarretxe coincidieron en el análisis de la actitud de ETA hacia esta decisiva obra para el País Vasco que ejecutan, por tramos, sus respectivos Gobiernos. ETA, al poco de romper la tregua con el atentado de la T-4, el 30 de diciembre de 2006, inició sus amenazas contra el tren y en mayo atacó a algunas empresas que trabajaban en ella. Ayer realizó el primer asesinato de un empresario de la misma, con lo que deja claro que las obras de la Y

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vasca se han convertido en objetivo. Eso y la necesidad que tenía la banda de responder a la detención de su jefe militar, Txeroki.

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Zapatero e Ibarretxe acordaron en esa misma conversación hacer público su compromiso de resistencia en sus respectivas intervenciones de condena del atentado. "Tenemos la firme determinación de realizar esa obra", dijo Zapatero en La Moncloa. Explicó por qué -es "sin duda la más importante para la futura vertebración de Euskadi, de Euskadi con España y de Euskadi hacia Europa"- y recordó la razón política de fondo para resistir: "Esta obra se va a hacer porque es fruto de la voluntad democrática y además es fruto de un acuerdo de colaboración entre el Gobierno de España y el Gobierno vasco".

A su vez, Ibarretxe compartió con Zapatero en su intervención en San Sebastián el criterio de que las obras del AVE son una "infraestructura fundamental de este país". Luego, aludió a las diferencias que existen en torno a esta obra, incluso en el propio Gobierno vasco. Su socio de Ezker Batua, Javier Madrazo, está en contra de ella, lo que ha condicionado la decisión de Ibarretxe de admitir que ETA había fijado estas obras como un objetivo de sus actos terroristas.

Ayer lo hizo claramente y, en alusión a Madrazo y a otras organizaciones críticas con la obra, señaló: "Se puede estar a favor o en contra de una infraestructura, pero en ningún caso se pueden poner bombas o matar". Además, se dirigió reiteradamente a los medios de comunicación. "Tratad con cariño todo el asunto de la Y vasca", dijo primero, para a continuación pedir a los medios "discreción" al informar sobre la seguridad de las obras que ETA considera objetivo terrorista. Zapatero conversó con el presidente del PP, Mariano Rajoy, antes de hacerlo con Ibarretxe. Rajoy expresó su apoyo al Gobierno en la lucha contra el terrorismo y ambos acordaron reunir hoy a los portavoces de todos los grupos parlamentarios para suscribir una condena unitaria contra ETA.

Zapatero e Ibarretxe aprovecharon el mensaje a la opinión pública para homenajear al empresariado vasco por su tenacidad frente a las amenazas que sufren del terrorismo. Precisamente, Zapatero iba hoy mismo a protagonizar un acto preelectoral en Bilbao con la cúpula empresarial vasca y en compañía del candidato socialista a las elecciones del País Vasco, Patxi López.

Al tener conocimiento del atentado decidió aplazar los actos programados y viajar hoy al País Vasco para visitar la capilla ardiente del empresario asesinado y dar el pésame en persona a su familia. No obstante, reiteró su compromiso de celebrar "cuanto antes" el acto previsto.

El lehendakari convocó una manifestación, con Confebask y otras instituciones, mañana en Azpeitia, de repulsa al atentado de ETA y en solidaridad con los empresarios vascos, que se celebrará tras el funeral por Ignacio Uria.

José Luis Rodríguez Zapatero, seguido del ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, en La Moncloa.
José Luis Rodríguez Zapatero, seguido del ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, en La Moncloa.CLAUDIO ÁLVAREZ

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