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Los preparativos del 29-S

Zapatero intentará pactar los reglamentos de la reforma laboral

El Gobierno ofrecerá a los sindicatos desarrollar una quincena de normas

Anabel Díez

La reforma laboral no se retira, pero su desarrollo se puede articular de maneras diferentes. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, abrió ayer esta nueva puerta a la reconciliación con los sindicatos. Lo hizo en la ejecutiva federal del PSOE, horas antes de que los sindicatos le acusaran de carecer de credibilidad y rechazaran, en concreto, la propuesta que Zapatero les lanzó en el mitin del domingo en Zaragoza de comenzar a negociar la reforma de las pensiones al día siguiente de la huelga.

Zapatero, no obstante, insistió en que la reforma laboral está cuajada de normas que requieren el desarrollo de reglamentos y medidas en plazos que oscilan entre tres, seis y doce meses. El presidente insistió ante sus compañeros de partido en que en el desarrollo de la ley cabe aún el acuerdo. Y ello a pesar de que no hay posibilidad de cambio en la regulación del despido, una de las causas fundamentales de la protesta.

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La absoluta certeza de los socialistas de que el Gobierno y los agentes sociales volverán a hablar de la reforma laboral corre paralela a su contención para no responder a la creciente irritación de las centrales sindicales. En la reunión de ayer, el presidente y otros muchos intervinientes de la ejecutiva mantuvieron un tono neutro con respecto a la huelga, sin olvidar la letanía del "respeto" a los sindicatos y su "derecho" a convocar el paro. Ahora bien, el presidente señaló que en el mismo plano colocaba su "responsabilidad" de hacer una reforma del mundo laboral que, a su juicio, será beneficiosa.

Hasta el final de la jornada de huelga, los socialistas rehuirán el enfrentamiento verbal con los sindicatos. La secretaria de Organización, Leire Pajín, declaró, con una sonrisa, su "discrepancia total" con Ignacio Fernández Toxo, líder de CC OO, para quien el presidente del Gobierno va directo "al suicidio". De inmediato, aludió al "respeto" y señaló el campo de negociación que hay por delante. Aunque no precisó a qué se refería, por lo tratado en la reunión las fuentes consultadas piensan que se trata de negociar el desarrollo de partes sustanciales de la reforma.

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En efecto, tres reglamentos y una docena de encomiendas, que figuran en las disposiciones últimas de la ley, constituyen la quincena de materias que el Gobierno tratará de pactar con los sindicatos pasados unos días, cuando la tensión de la huelga haya aflojado. Y el presidente aludió en la reunión a algunas de ellas. El ponente socialista de la ley, Jesús Membrado, recuerda que las agencias privadas de colocación, las empresas de trabajo temporal y la prevención de riesgos laborales requieren reglamentos. La ley marca que el desarrollo de las agencias privadas de colocación deberá hacerse antes del próximo 31 de diciembre. También requiere negociación el llamado "modelo austriaco", por el que el trabajador acumula en su mochila todos sus derechos, que deberá ser una realidad antes del 18 de junio próximo.

"El corazón de la ley no cambia, pero hay muchas ramificaciones en las que los sindicatos tienen que intervenir". Esta es la interpretación que hacen en la ejecutiva de las intenciones de Zapatero para después del paro.

Cándido Méndez, a la izquierda, e Ignacio Fernández Toxo, a su llegada ayer a la sede de UGT en Madrid.
Cándido Méndez, a la izquierda, e Ignacio Fernández Toxo, a su llegada ayer a la sede de UGT en Madrid.ÁLVARO GARCÍA

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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