_
_
_
_
_

"Un animal no caga donde come", afirma uno de los islamistas de Barcelona

Los acusados de planear un ataque en el metro barcelonés niegan los hechos

Tres de los cuatro presuntos islamistas que fueron detenidos cuando planeaban supuestamente un atentado suicida contra la red de transporte público de Barcelona alegaron ayer su arraigo en España para negar los hechos que se les imputan en la Audiencia Nacional y por los que podrían ser condenados a penas de entre nueve y 18 años como dirigentes o miembros de organización terrorista. Uno de ellos, Qadeer Malik, presunto encargado de fabricar las bombas, llegó a asegurar que con su trabajo como repartidor de butano vivían 20 familiares suyos en Pakistán. "Un animal no come donde caga", resumió.

La primera jornada del juicio contra los 11 paquistaníes acusados de formar una célula terrorista en Barcelona inspirada en el dirigente talibán Baitullah Meshud -todos ellos miembros del movimiento radical Tabligh- sirvió para interrogar a los cuatro acusados con delitos más graves. Uno de los dos dirigentes del grupo, Maroof Ahmed Mirza, se negó a responder a ninguna pregunta, incluso las de su abogado. Según el fiscal, era la persona que tenía que designar "el lugar y la fecha exacta" del atentado.

El otro presunto jefe de la célula, Mohammad Ayud Elahi Bibi, sí respondió a las preguntas del fiscal y de la acusación, aunque titubeó cuando se le preguntó si los demás miembros del grupo le llamaban maulana, es decir "maestro". Ayer aseguró que no tiene formación suficiente para serlo, pero durante la fase de instrucción del caso, declaró que los demás miembros del grupo le apodaban así "en broma".

Sahib Iqbal, acusado, como Qadeer Malik, de preparar los explosivos y de acoger a los supuestos suicidas que iban a perpetrar los ataques en el piso que ambos compartían en la calle de Santa Madrona, aseguró que ni siquiera tiene conocimientos de electricidad o de informática, a pesar de que los agentes les intervinieron explosivo procedente del vaciado de bengalas, productos pirotécnicos, pilas, temporizadores, metralla, cables y un ordenador.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_