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El aparato del PSOE quiere posponer las primarias para después del 22-M

Los barones intentan iniciar la campaña con la sucesión de Zapatero despejada

Anabel Díez

Los intereses del aparato federal del PSOE y de los candidatos a las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo divergen en un asunto fundamental: si el sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero debe ser elegido antes o después de los comicios.

Los barones querrían afrontar la campaña con todas las incógnitas despejadas, incluida quién sucederá a Zapatero. No es este el criterio de la estructura federal que apuesta por dejar el proceso de elecciones primarias para elegir al candidato de 2012 para después de los comicios de mayo.

Este es el debate soterrado pero incesante que vive el PSOE sobre un asunto sustancial y trascendental de la vida de su partido, cual es la sucesión del hasta ahora candidato con el menor coste posible para conseguir que el proceso no resquebraje la cohesión del partido. Todas las opciones tienen inconvenientes, ya que como reconocen la mayoría de los dirigentes la situación es mala en sí misma porque se trata de un proceso de sustitución de liderazgo en un momento con expectativas electorales muy bajas.

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No obstante, desde la dirección federal se estudian todas las posibilidades y aunque la última palabra la tendrá el secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, su opción es la de no abrir el capítulo sucesorio en las vísperas de unas elecciones, sino que tras las mismas se afronte con calma el debate de la sucesión, con la correspondiente apertura del proceso de primarias.

Los defensores de esta vía no quieren una elección precipitada del sucesor que, además, sería el blanco a disparar por parte del PP durante toda su campaña electoral.

Los socialistas toman muy buena nota de la literalidad de las declaraciones que hacen los dirigentes del Partido Popular en toda España, siempre en la línea de identificar al candidato socialista de todas las alcaldías y comunidades autónomas con la gestión del presidente del Gobierno.

Desde esta perspectiva, el ataque del PP a Zapatero está asegurado y está en la cúspide del argumentario de todos los candidatos del PP en sus campañas electorales.

"Si se produce la sustitución antes de las elecciones el PP no tiene más que cambiar un nombre por otro", señalan en la dirección socialista como uno de los argumentos para no elegir antes al sucesor.

Pero además de no dar más bazas al adversario en la cúpula socialista se tiene muy en cuenta la convulsión asegurada que se produciría en el PSOE con un proceso de elecciones primarias abiertas. Aunque hay un consenso implícito en el PSOE sobre que Alfredo Pérez Rubalcaba sería la opción deseable, no es descartable en absoluto que haya voces cualificadas que apuesten por Carme Chacón, ministra de Defensa. En el mejor de los casos, por tanto, la controversia, aunque no llegara a conflicto, estaría asegurada.

Por otro lado, todas las fuentes consultadas se muestran en las últimas horas más que prudentes respecto a la fecha en la que el presidente del Gobierno podría anunciar que no volverá a presentarse a la reelección. La fecha del 2 de abril, en la que se celebrará un Comité Federal ordinario, se apunta como "lógica" al tratarse del máximo órgano de dirección del partido y, por tanto, un foro adecuado para que el secretario general del PSOE hiciera un anuncio de tanta trascendencia.

Ahora bien, desde el aparato federal se ponen muchos interrogantes sobre esa fecha. Entre algunos barones se cita ahora la víspera del comienzo de la campaña electoral, el 7 de mayo, pero siempre con muchas cautelas. No obstante, frente a unos y otros se mantiene latente una corriente de opinión dentro del aparato de que el presidente no debe desvelar sus intenciones hasta después de las elecciones o incluso pasado el verano.

El presidente Zapatero (a la derecha) y el vicepresidente Rubalcaba en el Congreso.
El presidente Zapatero (a la derecha) y el vicepresidente Rubalcaba en el Congreso.CRISTÓBAL MANUEL

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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