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El arma más temible en poder de los talibanes

La insurgencia captura dos rifles de precisión junto a la zona española

Miguel González

Dos soldados resultaron ayer heridos leves cuando una patrulla española fue hostigada por insurgentes afganos. El cabo R. B. R. recibió un balazo en un muslo a la altura de la rodilla -con orificio de entrada y salida-, y el cabo primero P. A. R. F. resultó alcanzado por esquirlas en un pie. Según informó el Ministerio de Defensa, los dos militares fueron trasladados al hospital español de Herat, después de ser estabilizados en la base operativa avanzada de Bala Murghab. El tiroteo, en el que los militares españoles respondieron a sus agresores, se produjo pasadas las siete de la mañana (hora peninsular española) en Ja-Fari, al sur de Sang-Atesh, donde el Ejército español instaló a mediados de abril un destacamento. Desde entonces, las tropas españolas han sufrido al menos un ataque como el de ayer cada tres días, casi siempre sin consecuencias. Pero la situación podría cambiar dramáticamente si los talibanes utilizan armas que ya tienen en su poder.

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A principios de mayo, una patrulla del Ejército noruego fue atacada en el distrito de Ghormach. Ocho soldados de la OTAN resultaron heridos en el ataque, en el que los agresores emplearon armas ligeras y granadas. Lo peor, sin embargo, es que en su huida la patrulla noruega abandonó tres vehículos cargados con armas. En uno de ellos había dos rifles de precisión y largo alcance. Los Barret M82A1, que emplea el Ejército noruego, se encuentran entre los más efectivos del mundo. Son capaces de acertar un blanco a 1,8 kilómetros de distancia.

El distrito de Ghormach pertenece a la provincia de Faryab, bajo responsabilidad del PRT (Equipo de Reconstrucción Provincial) noruego de Meymaneh. Pero limita con el distrito de Murghab, el más septentrional de la provincia de Badghis, bajo responsabilidad española. De hecho, Ghormach formaba parte de Badghis hasta que la OTAN primero y el Gobierno de Kabul después decidieron adscribirlo a la vecina provincia de Faryab.

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Obviamente, los talibanes no se rigen por divisiones administrativas y los grupos que operan en una provincia son los mismos que lo hacen en la contigua. A esta hora, los dos Barret pueden estar ya en zona española, lo que preocupa a los responsables del contingente.

¿Hasta qué punto? "Es un salto cualitativo", señala un experto, "porque hasta ahora, además de los IED [artefactos explosivos improvisados], ellos contaban con el conocimiento del terreno y el factor sorpresa. Es decir, elegían cuándo y dónde atacar. Nuestra ventaja era la potencia de nuestras armas. Podíamos alcanzarlos antes de que nosotros estuviéramos a su alcance. Esa situación puede cambiar".

Los fusiles que emplean los militares españoles, los HK G-36, tienen un alcance efectivo de unos 400 metros, igual que los AK-47 que utilizan los talibanes. El Ejército español cuenta además con francotiradores equipados con rifles de precisión y largo alcance como el AW 308 británico. Esta es la ventaja que se pierde con la caída de los Barret en manos de la insurgencia. Sigue existiendo, no obstante, la posibilidad de pedir apoyo aéreo y, de hecho, la mayoría de los hostigamientos a las tropas se resuelven gracias a la intervención de los helicópteros de ataque italianos Mangusta o los aviones de combate de la OTAN. Pero esto no es siempre posible, debido a las condiciones meteorológicas o a la presencia de población civil.

La situación de la provincia de Badghis, que hasta hace un año pasaba por ser de las más tranquilas, se ha deteriorado rápidamente. Puede que la presión de la OTAN en el sur haya empujado a los talibanes hacia el oeste, o puede que, simplemente, las tropas españolas hayan decidido salir de la capital provincial, Qal-i-Naw, donde hasta hace poco estaban confinadas, y disputar el control del territorio a la insurgencia.

Tras duplicar en el último año los efectivos en Afganistán (que han pasado de 800 militares a más de 1.500), las tropas españolas han empezado a extender su despliegue como una mancha de aceite. La Legión ha instalado destacamentos en el paso de montaña de Sabzak, que comunica la provincia de Badghis con la de Herat; y en Sang-Atesh, en la ruta hacia Bala Murghab, donde italianos, estadounidenses y afganos comparten la base Columbus. Además, EE UU ha instalado otra base de operaciones en el distrito de Muqur.

Aun así, pasará mucho tiempo antes de que España pueda transferir la responsabilidad de Badghis a las autoridades locales. La ruta Lithium, donde ayer fue atacada la patrulla y el 1 de febrero perdió la vida el soldado John Felipe Romero, solo es el camino alternativo para llegar a Bala Murghab. La ruta principal debería transcurrir a través del valle del Murghab, infestado de talibanes. Pero este tramo, que forma parte de la llamada Ring Route (la carretera que rodea y vertebra el país) ni siquiera ha empezado a construirse. Es la única zona de Afganistán que falta para cerrar el anillo.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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