El 'comando' desarticulado ocultaba 40 kilos de explosivos en tres 'zulos' de Ondarroa
El comando etarra desarticulado esta semana por la Ertzaintza disponía de casi 40 kilos de material explosivo oculto en tres zulos ubicados en un monte a las afueras de la localidad vizcaína de Ondarroa. Los dos últimos, con los que la policía vasca da por desmantelado el arsenal, fueron hallados ayer tras una inspección en la que participó Ibon Iparragirre, el supuesto cabecilla de la célula.
La Ertzaintza registró inicialmente un caserío del barrio de Goimendi, en cuyas inmediaciones se encontraba uno de los escondites. El segundo apareció con posterioridad en una cueva natural cercana, a la que los etarras acudían para depositar sus armas. En total, los agentes localizaron materiales como nitrato amónico y pentrita, además de cordón detonante y otras sustancias utilizadas por ETA para reforzar sus explosivos. El arsenal se completaba con "un importante número" de componentes necesarios para la fabricación de los artefactos, supuestamente bombas lapa.
Los cinco primeros detenidos de la operación (Iparragirre, Asier Badiola, Xeber Uribe, Javier Zubizarreta y Jon Iñaki Esnaola), arrestados el martes, prestarán hoy declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco. Al comando se le acusa de participar en el atentado contra la comisaría de la Ertzaintza de Ondarroa en 2008, de atacar un repetidor en la localidad guipuzcoana de Azpeitia, así como las obras del tren vasco de alta velocidad. Desde la judicatura no han podido confirmar, sin embargo, cuándo interrogará el magistrado a Zunbeltz Bedialauneta y Urtza Alkorta, los apresados el viernes.
Fuentes de la investigación concretaron, por otro lado, que la droga hallada en los registros no estaba destinada al tráfico ilegal, sino que pertenecía a uno de los arrestados.
