De la comisaría al escaño en helicóptero
La insólita llegada al Parlamento en helicóptero del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y de algunos diputados se decidió ayer sobre la marcha, después de que fracasara el intento de que lo hicieran en coche oficial.
Los parlamentarios se fueron a dormir el martes sin noticia de ningún dispositivo de seguridad. A las 8.30 de ayer se les informó a algunos dirigentes, que ya iban de camino al Pleno, que acudieran a la comisaría de los Mossos d'Esquadra más cercana a la Cámara.
A las 9.30 coincidieron en comisaría con Mas, la presidenta del Parlamento, Núria de Gispert, y los consejeros catalanes. También llegaron los presidentes de tres grupos parlamentarios: Joaquim Nadal (PSC), Alicia Sánchez-Camacho (PP) y Joan Puigcercós (ERC), así como los portavoces de ERC (Anna Simó) y CiU (Jordi Turull). Mas anunció su deseo de ser puntual al inicio del Pleno, a las diez, para transmitir así un mensaje de normalidad pese al bloqueo de los indignados.
Minutos después, un helicóptero aterrizó junto a la comisaría para evacuar a Mas y De Gispert. La aeronave hizo un segundo vuelo con la vicepresidenta catalana, Joana Ortega, Nadal, Puigcercós y Turull. Ya en el hemiciclo estaban varios diputados que habían entrado a pie y que fueron atacados por algunos indignados.
El resto de consejeros y los diputados se negaron a volar y prefirieron el coche. La caravana intentó acceder al Parlamento pero, al toparse con los manifestantes, regresó a comisaría. Finalmente, el helicóptero realizó cinco viajes más, según varias fuentes, aunque Interior no confirmó la cifra. El titular del departamento, Felip Puig, abandonó el Parlamento al mediodía en helicóptero para acudir al Centro de Coordinación Policial y supervisar el dispositivo de los Mossos y de la Guardia Urbana.
