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El consejero atacado evoluciona favorablemente mientras el PP sigue alimentando la confrontación

Rajoy quiere pedir explicaciones a Rubalcaba en el Congreso y el Senado.- Blanco ve "intolerable e inadmisible" que el PP culpe al PSOE de la agresión.- Jáuregui asegura que culpar a los socialistas es casi tan grave como la agresión

El consejero murciano de Cultura, Pedro Alberto Cruz, agredido el pasado sábado con un puño americano por tres individuos que le provocaron varias fracturas faciales y lesiones en un ojo, evoluciona favorablemente y sigue ingresado a la espera de nuevos "estudios y pruebas complementarias". El último parte médico emitido esta mañana por el hospital general universitario Reina Sofía de Murcia añade que el consejero popular "mantiene su estancia en planta, siendo su situación postoperatoria quirúrgica estable".

La paliza que recibió el político murciano ha encrespado aún más el clima político. En la sede nacional del PP, los dirigentes del partido acusaron inmediatamente y sin ambages a la izquierda de lo ocurrido, poniendo el acento en los socialistas. Según el partido de Mariano Rajoy, el PSOE colocó a Cruz en la diana al criticarle y definirle como el "sobrinísimo" (el político agredido es sobrino de la mujer del presidente regional, Ramón Luis Valcárcel). Uno de los hechos en los que se apoyan los populares para arremeter contra los socialistas es que durante la agresión los atacantes le gritaban "consejero, consejero, sobrinísimo, hijo de puta".

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El partido de Mariano Rajoy, lejos de intentar que se plaquen los ánimos, sigue azuzando el enfrentamiento, poniendo rumbo a una espiral de alto riesgo. Nada parece contentar al PP en este asunto: ni las condenas socialistas ni los ofrecimientos de colaboración del Ejecutivo central. Eso, cuando apenas existen datos del móvil de la brutal agresión. "Todo indica que ha sido una agresión de tipo político, por las palabras con las que se dirigieron" al agredido "y por el clima de agitación social que está viviendo estos días Murcia", ha asegurado en Onda Cero esta mañana la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal. Para a continuación subrayar: "Hay que ser muy exquisito y tener mucho cuidado (...) cuando uno está en política y saber dónde está la raya y el límite". Irónicamente, también ha asegurado que "a veces, la creación de este clima tan violento genera violencia y reacciones que no son deseables por nadie".

La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, se ha sumado también a la cascada de declaraciones sobre este asunto y ha culpado del ataque al "ambiente generado por los sindicatos y la oposición". El móvil político es también la explicación a lo ocurrido, en opinión del presidente murciano. "No cabe otra interpretación", ha zanjado.

Mariano Rajoy no tiene intención de que el tema decaiga y ha pedido la dimisión del delegado del Gobierno de Murcia, Rafael González Tovar, "porque lo ha hecho muy mal y no ha estado a la altura de las circunstancias". También ha avanzado que llevará el asunto de la agresión al Congreso y al Senado, donde pedirá explicaciones al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, sobre la investigación en marcha. El líder del PP también ha asegurado que fue él quien telefoneó al presidente del Gobierno para pedirle más protección, y que fue posteriormente cuando recibió la llamada de Rubalcaba con el ofrecimiento.

"Sembrar la alarma"

La perplejidad de los socialistas por la actitud del PP no para de crecer. Esta mañana varios destacados dirigentes socialistas han criticado las declaraciones de los populares desde que el sábado se produjo la agresión, que han condenado "sin paliativos". La más rotunda ha sido la portavoz del Comité Electoral del partido, Elena Valenciano, quien ha acusado a los populares de actuar con "mala fe" y "sembrar la alarma, el miedo y la desconfianza".

El vicesecretario del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, ha calificado de "intolerable" e "inadmisible" que el PP haya culpado a los socialistas de la agresión, y que esté "sembrando dudas sobre la actuación" de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado". Blanco, en declaraciones Radio Nacional de España, ha asegurado que la intención de los populares es "confundir" mezclando la discrepancia política con la agresión, para "no dar explicaciones de sus políticas para tratar de ocultar lo que está haciendo [el Gobierno murciano]".

El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha señalado a Europa Press que utilizar el ataque contra el consejero murciano "como oportunidad de agresión contra otros partidos llega casi al mismo nivel de agresión que el hecho que se está denunciando". Otro ministro, el de Justicia, también se ha referido, en Radio Euskadi, a este asunto con rotundidad. Ha censurado que el PP use la agresión "para la confrontación política", una actitud que considera "hasta desleal".

Pedro Alberto Cruz en una imagen de archivo
Pedro Alberto Cruz en una imagen de archivoEFE

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