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La detenida por la muerte de la niña de Seseña es compañera de clase

Rescatado el cadáver de Cristina Martín, de 13 años, localizado en una fábrica derruida.- Según el alcalde de Seseña, "era un lugar frecuente de juegos para los chavales" del pueblo.- La Guardia Civil investiga si la muerte se produjo durante una discusión con una amiga del instituto

El cuerpo de la menor desaparecida Cristina Martín de la Sierra, de 13 años, ha sido hallado a las 12.30 en una fosa de una antigua fábrica de yeso derruida, en una zona de difícil acceso en las inmediaciones de Seseña (Toledo), según fuentes de la investigación abierta por la Guardia Civil. A las 18.15, efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña del instituto armado han rescatado el cadáver de la niña, que faltaba de su casa de Seseña desde el pasado martes. El cuerpo sin vida de la menor presentaba signos externos de violencia. La Guardia Civil ha confirmado la detención de una menor en relación con la muerte. Se trata de una compañera de instituto, de su misma clase, con la que la fallecida había mantenido alguna riña. La principal hipótesis que investiga el instituto armado es si el fallecimiento se produjo por un accidente, posiblemente una caída en la misma fábrica abandonada, durante una discusión entre las dos jóvenes. El cuerpo estaba en el fondo de una sima, de 3,5 metros de profundidad.

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La ayuda de los expertos en rescate en montaña ha sido solicitada por la dificultad de acceder al lugar en el que una pareja de la Guardia Civil que participaba en el dispositivo de búsqueda ha encontrado el cuerpo esta mañana. Se trata de una antigua cantera de yeso, situada en zona conocida como La Veguilla, en la zona este de Seseña. Los agentes han rescatado el cuerpo en presencia de la juez de Instrucción número 3 de Illescas que instruye el caso -sobre el que ha decretado el secreto del sumario- y el forense. Antes, los expertos de la Policía Científica han pasado varias horas inspeccionando el terreno en busca de pruebas. Tras la recuperación del cuerpo, el portavoz de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha, José Luis González Capilla, que se trata de Cristina. Todos los indicios apuntaban desde un primer momento que así era, pues la ropa coincide con la descripción que dieron los padres cuando desapareció.

El alcalde de la localidad, Manuel Fuentes Revuelta (IU), ha asegurado que el lugar donde se encontraba "era utilizado frecuentemente por los chavales como espacio de juegos". "Tiene cuevas y recovecos. Sí, allí juegan muchos críos". "Es un momento tristísimo si se confirma que se trata de Cristina. Para mí es muy doloroso porque además conozco a la familia desde que vino al municipio hace 14 años", destacó por la mañana a EL PAÍS el alcalde antes de que la Guardia Civil confirmara la noticia. "La familia está mal" y "a la espera de que le den la desagradable noticia de que el cuerpo encontrado es el de la niña", señaló, para añadir: "El padre está más entero pero la madre está completamente derrumbada". "Todo el pueblo está consternado" con este suceso.

Desaparecida al salir de casa

La niña desapareció en la localidad el pasado martes 30 de marzo, cuando fue vista por última vez, según informó el padre de la chica y confirmó al alcalde del municipio. A la pequeña se le perdió el rastro poco después de las 11.00 del martes, cuando salió de su casa vestida con una chaqueta blanca, unos pantalones de pana marrón claro y unas botas negras tras haber dado un paseo con su madre.

La menor pidió permiso a su madre para salir a ver a una amiga a la que la familia de la chica no conoce. Cristina tenía que haber regresado en una hora, pero no volvió, según contó su padre, Francisco, quien denunció el caso ante la Guardia Civil y la policía local. El móvil estuvo apagado desde el momento en que la menor salió de casa. La Guardia Civil investiga también si Cristina Martín y su compañera de clase que está bajo custodia habían quedado en la fábrica abandonada para zanjar una discusión, una riña, cuyo motivo, de momento, no ha transcendido. La muerte se habría producido, según las primeras hipótesis, de manera accidental, posiblemente mientras forcejeaban, al caer Cristina al fondo del pozo, con forma de embudo invertido. Las causas exactas de la muerte se desconocen, ya que el caso está bajo secreto del sumario.

El progenitor aseguró entonces que la menor no tenía ningún motivo para querer marcharse de casa. Los agentes del instituto armado acudieron a la vivienda de Cristina para registrar sus conversaciones privadas a través de la red social Tuenti y no encontraron nada que pudiera predecir su desaparición. Los investigadores han interrogado a varios amigos de la menor fallecida.

Los padres de Cristina habían solicitado la colaboración ciudadana y de los medios de comunicación y habían distribuido su imagen en lugares públicos de la localidad y de pueblos cercanos como Borox, Esquivias e Illescas, en Toledo, o Aranjuez, en Madrid. La Guardia Civil montó un dispositivo formado por equipos de Seguridad Ciudadana y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), que han dado como fruto el hallazgo esta mañana del cadáver de la menor. Las banderas del Ayuntamiento ya ondean a media asta en señal de duelo.

EFE
Agentes de la Guardia Civil trasladan el cadáver de la niña desde la antigua fábrica de yeso donde fue encontrada
Agentes de la Guardia Civil trasladan el cadáver de la niña desde la antigua fábrica de yeso donde fue encontradaIGNACIO LÓPEZ
El padre de Cristina y el hermano de Cristina, en la rueda de prensa que han ofrecido en el Ayuntamiento de Seseña tras la confirmación de que el cadáver hallado es el de la niña.
El padre de Cristina y el hermano de Cristina, en la rueda de prensa que han ofrecido en el Ayuntamiento de Seseña tras la confirmación de que el cadáver hallado es el de la niña.SAMUEL SÁNCHEZ
La Guardia Civil ha trabajado durante horas en el rescate del cuerpo, hallado en una fosa de más de tres metros de profundidad situada en las proximidades de una antigua fábrica de yeso derruida. El cuerpo sin vida de Cristina presentaba signos externos de violencia.Vídeo: AGENCIA ATLAS

Todavía sin rastro

Josué Monge, de 13 años, desapareció en Dos Hermanas (Sevilla) el 10 de abril de 2006; Sara Morales, de 14, se esfumó en julio de ese mismo año en Las Palmas de Gran Canaria. Los padres del niño canario de 7 años Yeremi Vargas también buscan a su hijo desde marzo de 2007. En diciembre del mismo año se volatilizó la joven irlandesa Amy FitzPatrick, de 15 años, de la que se perdió el rastro en Mijas (Málaga). En los últimos 10 años nada se sabe de la suerte de todos estos menores.

Al menos con ellos queda aunque sea un hilo de esperanza. Otros 15 menores corrieron peor suerte y fueron encontrados muertos. El último suceso de estas características tuvo lugar el 3 de diciembre de 2009, cuando se halló el cadáver, en Redondela (Pontevedra), de la joven de 17 años Alejandra Soto-Alján, desaparecida dos días antes.

Ese mismo año, el 24 de enero, se perdió el rastro en Sevilla de la joven Marta del Castillo, cuyo cadáver buscan las Fuerzas de seguridad desde entonces, a causa de las diferentes versiones sobre el paradero de su cuerpo dadas por los presuntos implicados en el caso, entre ellos, su asesino confeso, Miguel Carcaño. El caso de Marta no se contabiliza entre los hallados muertos por no haberse localizado aún el cuerpo.

En 2008, fueron tres los menores desaparecidos y encontrados muertos.

El 7 de marzo apareció en la ría de Huelva el cadáver de la niña de 5 años Mari Luz Cortés, de raza gitana, desaparecida 54 días antes tras abandonar su domicilio en Huelva para ir a un quiosco cercano a comprar chucherías. Dos personas -Santiago del Valle y su hermana Rosa- están actualmente detenidas por su presunta implicación en el caso.

El 31 de agosto apareció muerta una niña de 11 años, de nacionalidad coreana, en su domicilio de Las Palmas de Gran Canaria. Fue detenido un ciudadano de la misma nacionalidad, como presunto autor del homicidio y acusado de agresión sexual y robo con violencia.

Dos meses después, fue igualmente hallado el cadáver de una joven de 14 años degollada presuntamente por dos compañeros suyos de instituto, en la localidad de Ripollet (Barcelona). El 1 de noviembre de 2008, la Policía condenó a los agresores, de 14 y 15 años, respectivamente, a sendas penas de cinco años de internamiento y tres de libertad vigilada para el primero, así como a cuatro años y nueve meses de internamiento y tres de vigilancia para el segundo.

El 2 de agosto de 2007 fue localizado el cuerpo de la joven chilena de 15 años Fernanda Fabiola Urzúa Marín, desaparecida el 26 de julio anterior en el municipio de Arona (Tenerife), después de que el principal sospechoso, un ciudadano colombiano de 28 años confesara la autoría de los hechos.

Dos años antes, en 2005, fue hallado muerto un menor de origen marroquí de 14 años cuyo cadáver estaba escondido en el armario de un vecino de Sabadell, que fue acusado del homicidio del niño.

Durante 2003 se encontraron los cuerpos sin vida de Erika, de 4 años, localizada en una bolsa de plástico dentro de un camión de basura en la localidad orensana de Carvallino y de Sonia Carabantes, de 17 años, desaparecida en Coín (Málaga) y encontrada en estado prácticamente irreconcible en el municipio malagueño de Monda.

Dónovan Párraga, de 12 años, muerto en Trijueque (Guadalajara) -sin indicios de violencia- y la niña de etnia gitana Montse Fajardo, de 7 años, hallada en Almería fueron las víctimas encontradas en 2002.

En 2001, se registró el mayor número de desapariciones de menores que resultaron muertos, cuatro en total, aunque el cadáver de uno de ellos no apareció hasta un año más tarde.

En concreto, Hambata O. de 13 años, localizada en Castellón, Inmaculada Pereira, de 16, hallada en Tenerife, e Inmaculada Arteaga López, de 14, que fue encontrada con el cráneo destrozado en la Sierra de los Molinos del Campo (Ciudad Real).

Tamara Navas, de 9 años, desapareció en marzo de 2001 en Salou (Tarragona) pero su cadáver no se localizó hasta el 21 de Febrero de 2002 sobre una cama en un domicilio próximo al suyo.

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