Una legislatura de gobierno nacionalista en minoría

Bilbao (352.000 habitantes) es la única de las tres capitales vascas en la que gobiernan los nacionalistas. La coalición PNV-EA ganó las últimas elecciones municipales, celebradas en 1999 durante el alto el fuego de ETA, con 11.473 votos más que su más cercano oponente, el PP. Fue un resultado más ajustado del esperado por los nacionalistas. Las urnas les otorgaron nueve concejales, frente a los ocho populares. Y les dejaron lejos de la mayoría. Luego, en las elecciones generales de 2000, el resultado fue bien distinto: el PP adelantó por 6.155 papeletas al PNV.

El alcalde, Iñaki Azkuna (PNV), salió elegido gracias al apoyo de Euskal Herritarrok (antes HB) pero siempre condicionó la entrada de esta formación en el gobierno a que condenara la violencia de ETA. El regidor intentó pactar con los socialistas. Éstos le dieron la espalda en noviembre de 2000 cuando, tres días antes de que ETA anunciara el fin de la tregua, el consistorio aprobó por un solo voto su entrada en la asamblea de municipios vascos Udalbiltza, promovida por los nacionalistas. Poco después, Azkuna cerraba un pacto de gobierno con Iniciativa Ciudadana Vasca (ICV), un partido personalista creado por el ex alcalde de Bilbao expulsado del PNV José María Gorordo.

Los nacionalistas lograron con este pacto romper la mayoría de la oposición, pero no obtuvieron su ansiada mayoría. Los 11 votos que suman PNV-EA e ICV han sido insuficientes para que Azkuna aprobara un presupuesto propio en todo el mandato. Aunque ha presentado tres proyectos, terminará la legislatura gobernando con otra prórroga de las cuentas que le dejó su predecesor.

Azkuna opta a la reelección. También los portavoces del PP, Antonio Basagoiti, y del PSE-EE, Dimas Sañudo. La hoy senadora del PP Ascensión Pastor cerró en 1999 la lista del PP en Bilbao. En mayo, lo hará Aznar.