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ÁLVARO PÉREZ ALONSO | El representante en Valencia | Nuevo escándalo en el partido de Rajoy

Los mil contratos de El Bigotes

Entra y sale como Pedro por su casa de la sede regional del PP en Valencia y tiene fácil acceso al Palau de la Generalitat, sede del Gobierno valenciano. Álvaro Pérez Alonso, conocido en el partido como El Bigotes, por los amplios mostachos que luce, es el responsable en la Comunidad Valenciana de Orange Market, empresa que se registró en julio de 2003 en Algemesí, una ciudad de 28.000 habitantes del interior de Valencia. Desde entonces, y con una estructura mínima en capital y personal contratado, Orange Market y Álvaro Pérez Alonso han adquirido un creciente protagonismo y han obtenido numerosos encargos, tanto del PP valenciano, como de otras entidades que se hallan bajo su influencia.

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Álvaro Pérez es una persona que difícilmente pasa desapercibida. A sus llamativos bigotes, este fumador de puros habanos y amante de las motocicletas añade una imagen moderna y rompedora que traslada a los actos del PP y que le ha granjeado la simpatía de la dirección regional que preside Francisco Camps.

Si entre sus amistades madrileñas se cuentan el yerno de José María Aznar, Alejandro Agag; el ex secretario del presidente del Gobierno Antonio Cámara; o el financiero Juan Villalonga, en la Comunidad Valenciana Álvaro Pérez cuenta con el secretario regional del PP, Ricardo Costa, o el director general de Ràdio Televisió Valenciana, Pedro García. Su círculo de amistades, en cualquier caso, pivota siempre sobre altos cargos del PP o personas relacionados con ellos.

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Aunque no siempre su afinidad con el entorno del presidente valenciano, Francisco Camps, le ha abierto las puertas. De hecho, fuentes del PP aseguran que el presidente de la Diputación y del PP de Alicante, el zaplanista José Joaquín Ripoll, se llegó a enfrentar con el diputado provincial de Deportes y alcalde de La Nucia, el campista Bernabé Cano, por su insistencia en contratar con Orange Market.

Durante los últimos años, el responsable de Orange Market en Valencia ha estado a pie de obra siempre que Francisco Camps hacía una aparición pública como presidente del PP. Así, ha participado activamente en las dos campañas electorales en las que Camps se presentó como candidato a presidente de la Generalitat.

En 2003 trabajó por cuenta de Special Events, la empresa de Francisco Correa -uno de los cinco detenidos por Baltasar Garzón y con quien mantiene una estrecha amistad- y en 2007 ya lo hizo al frente de Orange Market. Con respecto a la primera, la Sindicatura de Comptes, órgano fiscalizador de la Generalitat, la incluyó en su informe sobre las autonómicas de 2003 para señalar que aparecía como perceptora de 140.000 euros del PP a cambio de una contraprestación que no había declarado. Ya en el informe correspondiente a 1999 -entonces el candidato del PP era Eduardo Zaplana- la Sindicatura había puesto de relieve la misma irregularidad, en aquella ocasión por un importe de 60.000 euros. Y en las de 2007 se repitió la historia, esta vez por valor de 175.000 euros.

Sin embargo, tras la llegada de Mariano Rajoy a la presidencia del PP y después de la derrota en las elecciones generales de marzo de 2004, Álvaro Pérez dejó Madrid definitivamente para instalarse en Valencia. En el seno del Gobierno y del PP valenciano, Álvaro Pérez tiene una imagen de profesional competente. La dirección regional del partido defiende su libertad para contratar a quien le plazca y asegura que toda la documentación es fiscalizada por la Sindicatura de Comptes.

Las empresas del ramo, competidoras de Orange Market, no ocultan su malestar por ver cómo se lleva un contrato detrás de otro -junto a otra empresa del sector, Grupo Publips-. Un directivo de una empresa del ramo afirma: "Son muy malos, pero se lo llevan todo". El malestar en el sector por este predominio de la empresa de Álvaro Pérez es evidente. "Se veía venir, me ha tocado trabajar con él por imposición", señalaba el directivo de otra empresa valenciana de publicidad que en los últimos años ha visto cómo menguaban los encargos que recibía mientras aumentaba la presencia de Orange Market, que actúa como una especie de mayorista, pues subcontrata con otras compañías. De hecho, la empresa de Álvaro Pérez cuenta sólo con cinco trabajadores en plantilla.

La estrella Álvaro Pérez empezó a declinar el pasado viernes cuando la policía judicial registró la sede de Orange Market y requisó en la Consejería de Turismo la documentación relacionada con las adjudicaciones de la Generalitat. Tras el registro, en el que la policía se incautó de varias cajas de documentos, alguien desmontó la placa que figuraba a la puerta con el nombre de la empresa, como si ésta quisiese desaparecer.

Álvaro Pérez (derecha) enseña su moto a un amigo frente a la sede del PP de Valencia.
Álvaro Pérez (derecha) enseña su moto a un amigo frente a la sede del PP de Valencia.CARLES FRANCESC

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