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Las muertes en la carretera registran la menor caída desde 2006

La UE marca como objetivo lograr una nueva reducción del 50% hasta 2020

La tendencia se mantiene por séptimo año consecutivo, aunque a menor ritmo. Hasta el pasado 19 de diciembre, 1.687 personas habían muerto en las carreteras españolas en 2010, 155 menos que en el mismo periodo de 2009. A falta de que la Dirección General de Tráfico (DGT) cierre las cifras del tramo final del año, el descenso interanual de 2010 ha sido del 8,4%.

La bajada es la menor desde que en 2006 se implantó el carné por puntos. Aquel año las muertes se redujeron un 9,5%, un 9,1% en 2007, un 20,43% en 2008 y un 12,8% en 2009.

Y 2010 podía haber sido peor: saltaron las alarmas cuando después de 34 meses consecutivos de descenso en el número de muertos en carretera, septiembre, octubre y noviembre terminaron con más fallecidos que en el mismo periodo del año anterior. La DGT ya preveía, sin embargo, este repunte dado el altísimo porcentaje de reducción de víctimas mortales, cada vez más difícil de mejorar. Incluso lo esperaba "un año antes", según matizó el director de Tráfico, Pere Navarro, el pasado noviembre.

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Pese a la ralentización del último curso, la comparativa a largo plazo es clara. Desde 2003, el último año en el que hubo un repunte global de la siniestralidad, la bajada roza el 60%: en siete años, los fallecidos por día han pasado de 10,9 a 4,6.

España se convierte así en uno de los países de la Unión Europea que logra el objetivo de rebajar a la mitad el número de muertos en las carreteras en diez años y encara con los deberes hechos el nuevo reto lanzado por Bruselas el pasado verano: lograr otra reducción del 50% antes de 2020.

Para ello, la Comisión Europea pidió a los Estados miembros de la UE que centraran sus actuaciones en el exceso de velocidad, en el consumo de alcohol al volante y en la no utilización del cinturón de seguridad, principales causas de las muertes por accidente en carretera y eje de las políticas de tráfico de todos los países de la Unión.

Con la vista puesta en esa meta, el Gobierno proseguirá con la combinación de medidas represivas y de diversas campañas de concienciación.

En 2006 se introdujo el carné por puntos y comenzó la colocación masiva de radares fijos; en 2007 se reformó el Código Penal para aumentar el castigo ante los comportamientos más peligrosos al volante; en 2008 se puso en marcha el centro de denuncias automatizadas de León para una veloz gestión de las infracciones captadas por los radares fijos. Y, por último, en 2009 arrancó la tramitación de la reforma del sistema sancionador, cuyo grueso entró en vigor el pasado mes de mayo.

Entre sus principales novedades se encuentran el aumento de la rebaja por pronto pago de la sanción (de un 50%), la actualización del número de infracciones que suponían la pérdida de puntos del carné y catalogar como infracción grave programar el GPS mientras se conduce.

Este nuevo sistema se completó en noviembre con el estreno de una página web que permite a cualquier conductor saber si tiene alguna sanción pendiente, lo que le facilitará no solo tramitar las alegaciones correspondientes en tiempo y forma, sino también acogerse a la rebaja por pronto pago antes de que expire el plazo.

El círculo se cierra con la implantación del control de velocidad media por tramos que ya se ha estrenado en la AP-6 (en el túnel que cruza la Sierra de Guadarrama) y en la A-7 (en el municipio malagueño de Torrox). Ambos radares han entrado ya en funcionamiento aunque las primeras sanciones no llegarán hasta febrero. De momento, Tráfico solo enviará un aviso a los conductores que sea interceptados a más velocidad de la permitida. En función de su rendimiento, el sistema se extenderá por la red de carreteras del Estado.

Según fuentes de la DGT, todavía hay un amplio margen de maniobra para la reducción de víctimas mortales al volante. El nuevo Plan Estratégico de Seguridad Vial, que entrará en vigor en 2011, abordará los espacios, los tiempos y los colectivos con una accidentalidad por encima de la media. "En España hay todavía 500 muertos por atropellos, 500 muertos por salida de vía, 400 motoristas muertos y 220 muertos yendo o volviendo del trabajo", aseguran fuentes de Tráfico. El exceso de velocidad es, todavía, la "asignatura pendiente" de la seguridad vial en España, lamentan las mismas fuentes.

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