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Los servicios de inteligencia como una ciencia

Dos centenares de docentes y expertos estudian en la Universidad Rey Juan Carlos los principales retos de la información del Estado en un congreso pionero en España

Madrid acoge desde el miércoles el Primer Congreso Nacional de Inteligencia que, por primera vez en España y de manera abierta, aborda en un foro universitario, la Universidad Rey Juan Carlos, el tratamiento científico de una disciplina que estudia de manera sistemática el proceso de colecta, análisis y entrega al Estado de la información secreta que fundamenta sus decisiones. Asisten al congreso varios centenares de catedráticos, profesores y universitarios, historiadores, juristas, sociólogos, politólogos y economistas, así como periodistas, más mujeres y hombres de empresa, además de técnicos, expertos y analistas de información, espionaje y contraespionaje de España, Francia, Italia e Iberoamérica vinculados a la comunidad de Inteligencia.

El escenario del congreso, pionero en España, es la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, en el campus de Vicálvaro de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Anfitriona del evento es la cátedra Servicios de Inteligencia y Sistemas Democráticos, que dirige Fernando Velasco, la primera instancia académica que despliega en España esta rama de las ciencias Jurídicas y Sociales junto con el Instituto Juan Velázquez de Velasco, que rige el profesor Diego Navarro Bonilla en la madrileña Universidad Carlos III.

Según el profesor Fernando Velasco, "el objetivo del congreso consiste en acreditar el estudio de la Inteligencia como disciplina científica, con miras a difundir una conciencia social que asuma como propias las misiones estatales de defensa de la seguridad colectiva y la estabilidad democrática". Velasco subraya el carácter "multidisciplinar de la inteligencia, que engloba el estudio sistematizado de todas las aportaciones científicas que desde la cátedra, la academia, la milicia y la cultura enriquecen el proceso estatal de adopción de decisiones". El lema congresual es Cultura de Inteligencia, que aúna estos propósitos. Precisamente este lema fue objeto del primer foro en una ponencia de la cátedra de Inteligencia Estratégica, del Instituto Mexicano de Estudios Tecnológicos de Monterrey, que dirige el profesor Jorge Enrique Tello. En el debate, moderado por el catedrático de Derecho Constitucional Josep M. Felipe i Sardá, de la Universidad de Valencia, intervinieron los profesores franceses Olivier Dard y Olivier Forcade, de las universidades Paul Verlaine, de Metz y Jules Verne, respectivamente; Miguel Ángel Esteban, de la Universidad de Zaragoza; y Rafael Fraguas, periodista.

El profesor Josep M. Felip encuadró el debate en la inserción de la inteligencia en el ámbito de la acción estatal y en el proceso de legitimación social de aquélla, para subrayar el papel que las instituciones judiciales y parlamentarias en el control de la actividad del Estado; los profesores franceses encararon la personalidad histórica de los servicios de inteligencia galos y destacaron su trayectoria durante la Guerra Fría, señaladamente durante el preludio de la independencia argelina, 1963, mientras los ponentes españoles aludían al papel de los medios de comunicación en el control democrático, jurídico y social, de la actuación de los servicios secretos; se refirieron también a las demandas sociales a satisfacer por aquellos así como a la caracterización de sus prácticas, calificadas, en ocasiones, de etnocéntricas y belicistas, "más atentas a veces a los procesos de mercadotecnia política que a la ideación", según uno de los ponentes. En el debate se abogó por una ampliación de la cultura de inteligencia, versada únicamente a la seguridad, hacia otra que incluya la obtención de la paz entre sus principales objetivos; asimismo, preconizaron la inclusión de prácticas de inteligencia que contemplen el diálogo como elemento básico en la resolución de conflictos y que "favorezca la intercomunicabilidad social", por considerar que en la incomunicación residen las bases más profundas de los conflictos sociales y políticos, incluido en terrorismo.

"Historia e Inteligencia"

En la sesión vespertina, dedicada a "Historia e Inteligencia", participaron Diego Navarro, como moderador y los historiadores Juan Goberna y Fernando García Sanz. Ambos destacaron la ausencia de trabajos científicos sobre la inteligencia española durante la Primera Guerra Mundial y la escasa presencia de este género histórico entre las ediciones españolas de libros. "Según nuestros más recientes estudios a base de documentación procedente de archivos, sobre todo militares, contrariamente a lo que se ha pensado, España no fue objetivamente neutral durante aquella contienda". Señalaron también que "la actividad científica en archivos españoles sigue resultando muy fatigosa, por las numerosas inercias de secretismo aún vigentes" y se mostraron partidarios de que el estudio de la Historia durante la enseñanza incluya los recientes hallazgos acuñados. De igual modo, demandaron una "agilización de los procesos de desclasificación de la información reservada sobre la política española durante el siglo XX". En la misma línea se manifestó Jorge Aspiazúa, analista del Ministerio de Defensa, que mostró algunas revelaciones por él obtenidas sobre el espionaje durante la etapa republicana y la Guerra Civil. Aspiazúa remarcó que las revelaciones concernientes a esa etapa "no tendrán ninguna consecuencia adversa".

Posteriormente, en la sede del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional, CESEDEN, en el paseo de la Castellana, se celebró la presentación del cuarto número de la revista Inteligencia y Seguridad: Análisis y Prospectiva, editada por la cátedra de Servicios de Inteligencia y Sistemas Democráticos de la Universidad Rey Juan Carlos.

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