Mas tensa la cuerda en su relación con el Gobierno español

El pulso por el endeudamiento de la Generalitat va a más. El martes, el Gobierno catalán dejó claro que la delicada situación de las finanzas autonómicas también es responsabilidad del Gobierno español. El miércoles, su presidente, Artur Mas (CiU), habló de una "ecuación diabólica", porque mientras el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero amenaza con vetar emisiones de deuda si no cumple los objetivos de déficit, también asegura que le debe 1.000 millones del fondo de competitividad del nuevo modelo de financiación. Ayer, el líder catalán tensó un poco más la cuerda y avisó al Gobierno español de que sus relaciones entrarán en un "punto de no retorno" si no se aviene a buscar una solución para el déficit autonómico que permita estabilizar las finanzas.

Los objetivos de déficit exigidos por Madrid pasaban por cerrar 2010 con el 2,4%, y la Generalitat registró un 3,6%. Mas hizo estas declaraciones en una entrevista a Catalunya Ràdio, en la que también calificó la situación de "insostenible" y, aunque se mostró confiado en que no se llegará a ese extremo, aseguró que si el Estado se "desentendiera" la Generalitat tiene "un plan B".

"El Gobierno tiene mecanismos para defenderse y para hacer entender cuál es la situación tanto a nivel interior como exterior. El nuevo Gobierno [cuya cartera de Economía recae en Andreu Mas-Colell, un economista de prestigio internacional] tiene voz dentro de España pero también fuera de España", dijo Mas por la mañana. Precisamente Mas-Colell se reunió el pasado 12 de enero con el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña para intentar desencallar una situación en la que el Ministerio de Economía mantiene que tiene hasta 2013 para liquidar los 1.000 millones. En un apunte en su blog, el jefe de filas de CiU en Madrid, Josep Antoni Duran Lleida, afirmó que "si Cataluña se va a pique, España también".

Para intentar tomar las riendas, el Gobierno catalán hará público un ambicioso plan de ajuste; ya ha anunciado que los presupuestos de 2011 serán un 10% inferiores a los de 2010: 4.000 millones de euros de recorte, del que no se librará ningún departamento.

Desde la oposición, el portavoz del PSC, Miquel Iceta, reprochó a Mas que haya optado "por la vía del alarmismo" en la gestión del conflicto con el Gobierno central.