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El triple asesino de Tarragona se sentía estafado por sus víctimas

Werner Mittermeyer, el alemán acusado de matar el martes a un compatriota y a dos ciudadanos austriacos en tres localidades situadas en el límite entre Zaragoza y Tarragona, se negó ayer a hacer declaraciones a la Guardia Civil. Alega que se encontraba bebido y que no recuerda nada de lo sucedido. Vecinos de La Pobla de Massaluca (Tarragona), localidad que frecuentaba y donde abatió a una de sus víctimas, afirman que los socios de Mittermeyer le habían estafado 40 millones de pesetas.Mittermeyer pasó la noche del martes en el cuartel de la Guardia Civil de Fraga (Huesca), localidad donde fue detenido, y ayer fue trasladado a Caspe (Zaragoza), ya que la localidad de Fayón, donde se produjo el primero de los homicidios, pertenece a esta jurisdicción. La juez, Carmen Blasco, ha decretado el secreto del sumario.

Vecinos de la localidad de La Pobla de Massaluca están convencidos que Werner Mittermeyer cometió el triple asesinato tras sentirse estafado por sus socios. Mittermeyer compartía con sus víctimas una sociedad que se encargaba de reclutar a ciudadanos alemanes y austriacos para pescar en el pantano de Ribaroja y en las cuencas del Ebro y de su afluente, el río Matarranya.

"Un sobrino de Werner había contado a pescadores amigos suyos que su tío estaba muy agobiado y que no podía más. Se veía venir que iban a acabar a tiros", coincidieron en explicar las dueñas de un bar y de una tienda de comestibles de la población tarraconense. A diferencia de sus socios -a quienes les reprochaba las cantidades ingentes de alcohol que bebían-, el presunto homicida gozaba de una relativa buena fama en este municipio de 500 habitantes.Edificaciones ilegales

Wolfgang Nitsche, el alemán de 44 años que apareció acribillado en una lancha en Deltebre (Tarragona), era el promotor que figuraba oficialmente en los negocios turísticos de esta sociedad cuyo principal inversor era Mittermeyer.

Hace dos años, Nitsche inició la construcción de unos pequeños chalés en la orilla del pantano de Ribarroja sin solicitar los permisos preceptivos al Ayuntamiento de La Pobla de Massaluca. La finca estaba calificada como rústica, por lo que las obras fueron paralizadas por el municipio.

Dos secretarias del Ayuntamiento señalaron ayer que el gobierno municipal estaba dando los pasos correspondientes para recalificar el terreno, que había costado a la sociedad unos tres millones de pesetas. Ni las funcionarias ni el titular del juzgado de Instrucción de Gandesa (Tarragona) quisieron confirmar si Werner había presentado alguna denuncia contra sus socios, aunque son varios los vecinos que apuntan que el conflicto llegó a los tribunales. Según esas fuente&, Werner se habría sentido estafado por un montante próximo a los 40 millones de pesetas.

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