La Asamblea Federal elegirá el 30 de junio un nuevo presidente para Alemania
Horst Köhler, anterior jefe del Estado, presentó su dimisión tras unas polémicas declaraciones sobre la presencia del Ejército alemán en Afganistán
Alemania tendrá nuevo presidente el próximo 30 de junio tal y como ha anunciado hoy el presidente del Bundestag, la cámara baja alemana, Norbert Lammert. El nuevo jefe de Estado, que será elegido por la Asamblea Federal, ocupará el puesto que ayer dejó libre Horst Köhler, que presentó su dimisión por la polémica desatada por unas declaraciones en las que se refirió a la presencia del Ejército alemán en Afganistán y a la protección de los intereses económicos de Alemania.
El 30 de junio es la fecha más tardía que permite la Constitución alemana para la elección del máximo mandatario, cargo para el que aún no se han presentado candidaturas oficiales, aunque los distintos partidos políticos se encuentran ya a la búsqueda de posibles aspirantes. Tanto la canciller alemana, Angela Merkel, como el líder de la oposición socialdemócrata, Sigmar Gabriel, han expresado su voluntad de buscar un candidato único que satisfaga a las distintas formaciones políticas y represente los intereses del pueblo.
Dimisión sopresa
La decisión de Köhler causó gran conmoción en Alemania. La canciller Merkel lamentó "con la mayor contundencia" la decisión del jefe de Estado, tras haber intentado que renunciara a dimitir. Tras anunciar su decisión, Köhler aseguró en rueda de prensa que las acusaciones de que había defendido una guerra anticonstitucional eran "del todo infundadas". Köhler lamentó que sus "declaraciones hayan causado malentendidos", y argumentó que los ataques consiguientes vulneraron la dignidad de su cargo. Aunque la dimisión no afecta al Ejecutivo ni a sus decisiones, supone un contratiempo para una canciller que pasa por su momento más delicado. La coalición de centroderecha entre el partido liberal FDP y la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel, muy castigada por las últimas encuestas, sufre un fuerte desgaste por su gestión de la crisis del euro.
La función de un presidente federal alemán es eminentemente representativa y formal, comparable al de un rey en una monarquía parlamentaria moderna. Permanece cinco años en el cargo y es elegido (o reelegido una vez como máximo) por la Asamblea Federal, compuesta por las dos Cámaras parlamentarias. El 30 de junio permite a los parlamentos regionales tomarse tiempo para seleccionar a los compromisarios y facilita las necesarias obras provisionales en el Reichstag para duplicar la capacidad de aforo del salón de plenos del Bundestag.
