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Bachelet se convierte en la primera mujer que asume la presidencia de Chile

Lagos se despide del palacio de La Moneda con un homenaje a Salvador Allende

La socialista Michelle Bachelet se convirtió ayer en la primera mujer presidente de Chile en una ceremonia celebrada en el Congreso chileno, situado en Valparaíso, ante una treintena de jefes de Estado y de Gobierno y más de 1.000 invitados. Aunque Bachelet era la protagonista de la jornada, durante la solemne ceremonia la ovación más prolongada se la llevó el saliente presidente Ricardo Lagos, quien dejó el cargo tras seis años de gestión y fue aplaudido durante varios minutos por los presentes cuando ingresó en la sala.

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Vestida con un traje blanco, Bachelet apareció relajada y sonriente durante la ceremonia y hasta se permitió bromear en medio del acto de traspaso de poder cuando desde las tribunas del salón de Honor del Congreso, un asistente le gritó: "¡Te amamos, Michelle!". Bachelet recibió la banda presidencial de manos del nuevo presidente del Senado, el ex presidente Eduardo Frei, y en un gesto también inédito en la historia chilena, tomó después juramento a su Gabinete ministerial, formado por el mismo número de hombres y mujeres.

Por la tarde, ante miles de personas congregadas ante el Palacio de La Moneda, Bachelet hizo un llamamiento a la construcción de un país más igualitario y pidió mirar hacia adelante. "El pasado es el pasado, pero no lo olvidaremos nunca". La nueva presidenta agradeció su labor a Lagos, cuyo nombre fue recibido con vítores. Bachelet tuvo también palabras de reconocimiento para el Ejército y recordó que hoy, domingo, se cumplen 32 años de la muerte de su padre, el general Alberto Bachelet, torturado por la dictadura.

Entre los invitados a la toma de posesión estaba el príncipe Felipe de Borbón, quien vestía corbata de luto en memoria de las víctimas de los atentados del 11 de marzo cuyo segundo aniversario se conmemoró ayer. El príncipe había sido recibido el día anterior tanto por Lagos como por Bachelet, quienes le expresaron su deseo de que las tropas españolas que participan en la misión de la ONU en Haití permanezcan en el país caribeño al menos durante otro relevo más.

El último día de Ricardo Lagos como presidente casi eclipsó el primero de Bachelet por el afecto de los chilenos que lo rodeó en todo momento. Cuando a primera hora de la mañana Lagos abandonaba por última vez el Palacio de La Moneda para dirigirse al Congreso en Valparaíso (110 kilómetros al este de Santiago), cientos de personas le aguardaban a la salida para vitorearlo al grito de "¡2010, 2010!", la fecha en la que se celebrarán nuevas elecciones presidenciales y a las que Lagos -quien se retira con más del 75% de popularidad- podría volver a presentarse.

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Lagos, el primer socialista que termina su mandato, hizo un homenaje en su último día de Gobierno al fallecido presidente socialista Salvador Allende. Ingresó por última vez a La Moneda por la misma puerta por donde los militares sacaron en 1973 el cadáver de Allende, después del bombardeo y asalto del palacio en el golpe del Estado. Durante su Gobierno, cuando se cumplieron 30 años del golpe, Lagos ordenó reabrir esta puerta, que los militares habían clausurado.

Emoción en Valparaíso

Los aplausos se repitieron en las calles de Valparaíso y en el interior del Congreso, donde Lagos fue recibido con una ovación de varios minutos y despedido entre los saludos de varios dignatarios extranjeros invitados a la ceremonia. Visiblemente emocionado, Lagos subrayó que la alegría y la estabilidad vivida en las calles durante la transmisión del mando convierten a Chile a los ojos del mundo en un país "confiable y serio". En la víspera, en su último mensaje transmitido por televisión, sostuvo que la asunción de una mujer de la presidencia era uno de los avances que su Gobierno había facilitado.Bachelet es la cuarta presidenta de la Concertación Democrática, la coalición de socialistas y democristianos que gobierna Chile desde el término de la dictadura en 1990. Recibe una economía que crece con rapidez, un desempleo a la baja y, por primera vez, mayoría oficialista en ambas Cámaras.

Michelle Bachelet sonríe tras haber recibido la banda presidencial de manos de Eduardo Frei.
Michelle Bachelet sonríe tras haber recibido la banda presidencial de manos de Eduardo Frei.EFE

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