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Cameron avanza en las apuestas

Los paneles de las casas de apuestas británicas están convencidos de una victoria 'tory' en minoría

Ya antes de que los colegios electorales británicos abrieran sus puertas, las casas de apuestas de las islas vaticinaban que los conservadores ganarán en las urnas, aunque al tiempo consideraban improbable que David Cameron vaya a obtener una cómoda mayoría absoluta. Incluso en este último supuesto, el líder tory sigue siendo su hombre a la hora de apuntar quién ocupará el número 10 de Downing Street a partir del primero de junio.

Tan convencidas estaban de una victoria tory en minoría que en los paneles de Ladbrokes y Paddy Power , dos de las grandes compañías del sector, esa hipótesis cotizaba a 1/16. En otras palabras, sólo ofrecen una libra por cada dieciséis invertidas porque las casas de apuestas no quieren jugar a la contra de los sondeos y perder su dinero. La falta de confianza que inspiran los laboristas se traduce, por el contrario, en un ratio que 6/1 o 7/1 en la mayoría de ventanillas. Si Brown se impusiera contra los pronósticos, sus apostadores multiplicarían las ganancias por seis o por siete, pero difícilmente se harían millonarios: aunque su victoria es muy difícil, tampoco puede descartarse.

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El sistema electoral mayoritario hace virtualmente imposible que se impongan los liberal demócratas (entre 40/1 y 50/1), pero el auge de su líder Nick Clegg sí parece muy capaz de trastocar el reparto de poder entre conservadores y laboristas. Por eso la perspectiva de un Parlamento no controlado por un solo partido cotiza a 4/7 (William Hill), a 8/11 (Ladbrokes) y otros ratios similares en los locales de los bookmakers. Sólo Paddy Power se ha desmarcado con un 4/5, proclamando con ello su convicción de que Cameron acariciará los codiciados 326 escaños (mayoría absoluta).

Al británico de a pie le gusta apostar, ya sea en el deporte, las carreras de caballos o a la hora de predecir la fecha en que finalmente el príncipe Guillermo se decidirá a anunciar su boda. El llamado "efecto Clegg", la sugerencia de que estás elecciones son un juego a tres y no a dos, ha animado el negocio en las últimas dos semanas de campaña, ampliándolo al terreno político. Y el margen de riesgo que las casas de apuestas están dispuestas a asumir por cada predicción se convierte en un barómetro, más popular que científico, pero nada desdeñable. La mayoría coincide, por ejemplo, en que la motivación del electorado redundará en una participación superior al 2005 (61,4%), en que Cameron será el próximo primer ministro, con mayoría o sin ella, y en que Brown acabará viéndose forzado a abandonar el liderazgo laborista. ¿Quién le reemplazará? Algunos ya están arriesgando su dinero por el ambicioso ministro de Exteriores, David Milliband.

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