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Cameron vislumbra la mayoría en un sondeo sobre los escaños más reñidos

Los conservadores tienen a tiro casi los 200 asientos en juego para los Comunes

Por primera vez desde que empezó la campaña electoral, un sondeo augura que los conservadores de David Cameron pueden alcanzar la mayoría absoluta en las elecciones generales británicas del próximo jueves. Conservadores y laboristas se encuentran empatados (36%) en la intención de voto en 57 de las circunscripciones más disputadas del país, según un sondeo de Ipsos MORI para Reuters. Eso significa que los tories mejorarían en un 7% frente a los laboristas los resultados que obtuvieron en 2005. Un cambio lo bastante grande como para darles la mayoría absoluta en los Comunes por tres escaños, según los autores de la encuesta.

El sondeo refleja una subida de dos puntos de los conservadores y una caída de un punto de los liberal-demócratas (20%) respecto a hace una semana. El sondeo es muy significativo porque es en estas circunscripciones en las que se juega la mayoría en los Comunes. Debido al peculiar sistema electoral británico, se estima que casi dos tercios de los escaños están adjudicados de antemano porque la diferencia entre el primer partido y el segundo es demasiado grande como para que el escaño pueda cambiar de manos.

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La batalla está en unos 200 escaños en los que las diferencias son reversibles. Los conservadores, por ejemplo, tienen a tiro 190 escaños en los que necesitan un trasvase de votos inferior al 10% para poder ganarlo. De ellos, 145 están ahora en manos de los laboristas y 41 en manos de los liberal-demócratas. Casi la mitad de esos escaños están a menos de un 5% de diferencia: 67 escaños laboristas, 18 liberales y tres de otros partidos.

Los liberales, por su parte, luchan por un centenar de escaños a menos de un 10% de diferencia (56 en manos de los conservadores y 41 en manos de los laboristas) y 33 a menos del 5% (20 de los tories y 13 de los laboristas). Los resultados de este sondeo en las llamadas marginals -porque el margen entre los partidos es muy pequeño- hay que evaluarlos con mucha cautela. Primero, como norma general, porque aunque la campaña nacional tiene una gran influencia, a la hora de decidir el voto los electores tienen también en cuenta las circunstancias locales. Un diputado muy popular puede mantener su escaño aunque su partido esté retrocediendo a nivel nacional.

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Segundo, porque hay aún un alto nivel de volatilidad en la intención de voto. Uno de cada siete de los 1.004 adultos encuestados por Ipsos MORI dice que ha decidido su voto a lo largo de la última semana, y uno de cada tres admite que aún puede cambiar de partido. Esa volatilidad es especialmente alta (48%) entre quienes dicen que votarán a los liberal-demócratas, pero es también muy significativa entre los votantes laboristas (35%), y todavía importante entre los que anuncian que votarán conservador (un 26% declara que aún puede cambiar).

Sin mayoría absoluta

Las encuestas a nivel nacional auguran también una victoria en porcentaje de votos para David Cameron, pero ninguna de ellas le otorga mayoría absoluta y en algunas ni siquiera le daría escaños suficientes para formar Gobierno. Por ejemplo, la última publicada, de ICM para The Guardian, mantiene a los conservadores en cabeza (34%), seguidos de los liberal-demócratas (29%, un punto arriba) y laboristas (28%). Con este resultado, conservadores y laboristas estarían casi empatados a escaños.

La incertidumbre sobre el resultado final ha obligado a los partidos británicos a apurar la campaña hasta el final. Cameron planea hacer campaña la noche del martes al miércoles visitando a pescadores, panaderos, floristas y otros trabajadores nocturnos.

Los tres candidatos a primer ministro desfilaron ayer por la asamblea general de Citizens UK, una organización que agrupa a 160 entidades que defienden un mayor papel de la sociedad civil, lo mismo congregaciones religiosas sin distinción de fe que sindicatos, escuelas y grupos de comunidades locales. David Cameron, Nick Clegg y Gordon Brown intervinieron por separado y cada uno de ellos fue recibido y despedido con gran entusiasmo por los 2.500 asistentes a la asamblea, reunidos en el Methodist Central Hall, en el centro de Londres, a pocos cientos de metros del Parlamento de Westminster.

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