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El Chacal reconoce sus asesinatos

El terrorista Ilich Ramírez comparece en un nuevo proceso en París y confiesa por primera vez, en un diario venezolano, ser el autor de decenas de atentados

Su nombre es Ilich Ramírez Sánchez, aunque todos le conocen como Carlos o El Chacal. Ahora tiene 62 años, y acaba de reconocer por primera vez, en una entrevista al periódico venezolano El Nacional, que en los años setenta y ochenta organizó docenas de atentados que se cobraron la vida de entre 1.500 y 2.000 personas. El legendario terrorista, brazo armado de la revolución mundial, la causa palestina y el antiimperialismo, compareció ayer calvo, canoso y en vaqueros ante siete jueces de la Corte antiterrorista de París. Cuando el presidente le preguntó su oficio, respondió: "Soy revolucionario de profesión". Al ser inquirido sobre su nacionalidad, recordó que es "palestino" porque Yasir Arafat le otorgó en su día la ciudadanía.

Una corte en París le juzga por cuatro crímenes que dejaron 11 muertos

Condenado a cadena perpetua en 1997 por tres asesinatos cometidos en París en 1975, El Chacal debe responder en este nuevo proceso por complicidad en cuatro atentados que dejaron 11 muertos y 150 heridos en los años ochenta. El sumario ocupa 100.000 páginas y 82 volúmenes, pesa 500 kilos y tiene una altura de 10 metros, pero sus defensores, entre ellos su actual mujer, Isabelle Coutant, sostienen que las acusaciones son falsas. Ayer afirmaron que Carlos no podrá hacer frente a un juicio de seis semanas ya que el Gobierno de Hugo Chávez no le ha facilitado la ayuda material que le había prometido.

En las últimas semanas, El Chacal ha concedido algunas entrevistas, lo que llevó a las autoridades penitenciarias a ponerle en aislamiento. Tras una huelga de hambre de 10 días, volvió a su celda habitual en la prisión de La Santé, y ayer fue recibido por un batallón de periodistas en el Palacio de Justicia de París.

La acusación afirma que, en 1982, Carlos puso en marcha una campaña de terror destinada a obtener la liberación de su compañera alemana Magdalena Kopp -que luego sería su pareja- y del suizo Bruno Bréguet, dos antiguos miembros de la Baader-Meinhof que integraban la sanguinaria célula francesa de Carlos.

Kopp y Bréguet fueron detenidos con armas y explosivos, y unos días más tarde, una carta enviada al Ministerio del Interior reclamaba su liberación bajo la amenaza de sembrar el "desastre". Las huellas digitales de Carlos estaban en el documento. Un mes después, el 29 de marzo de 1982, una bomba explotó en un tren París-Toulouse, dejando cinco muertos y 28 heridos. Luego, el día que empezaba el juicio a sus camaradas, un coche bomba estalló ante la sede parisiense de la revista Al Watan Al Arabi, matando a una persona e hiriendo a 66. Los otros dos atentados se cometieron el mismo día, el 31 de diciembre de 1983, en la estación Saint-Charles de Marsella (dos muertos y 33 heridos) y contra el tren de alta velocidad Marsella-París (tres muertos, 12 heridos).

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El juicio durará hasta el 16 de diciembre. Carlos se dio a conocer en diciembre de 1975 en el aeropuerto de Argel, blandiendo una metralleta tras la célebre toma de rehenes en la reunión de ministros de la OPEP que se celebraba en Viena.

La abogada de Ilich Ramírez responde a los medios a las puertas del juzgado, en París.
La abogada de Ilich Ramírez responde a los medios a las puertas del juzgado, en París.FRANCOIS MORI (AP)

Carrera criminal

- Nació en Caracas el 12 de octubre de 1949, en el seno de una familia rica y comunista. Joven militante del PC de Venezuela, estudió en la Universidad Lumumba de Moscú y luego se integró en el Frente para la Liberación de Palestina (FPLP).

- Su bautismo de fuego ocurrió en septiembre de 1974, en París. Tiró dos granadas en pleno día en el Drugstore Saint-Germain, dejando dos muertos. Más tarde, disparó un bazooka contra dos aviones de la compañía israelí El Al en el aeropuerto de Orly.

- Se convirtió al islam en 1975. Tuvo 100 pasaportes y 52 alias de guerra. Se cree que trabajó para la KGB, pero nadie ha podido probarlo. Su mito no sobrevivió a la caída del muro de Berlín. Se refugió en Damasco (Siria), y en los años 90 se trasladó a Sudán, donde en 1994 fue detenido por agentes franceses. Su arresto, lleno de elementos oscuros, puso fin a su demencial carrera. Inspirado por el Che, Ramírez se convirtió en un asesino en serie. Hoy, sigue soltando doctrina revolucionaria, aunque se declara próximo al Frente Nacional de Le Pen.

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