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Los Comunes citan a los Murdoch para dar cuenta de las escuchas ilegales

El FBI abre una investigación en EE UU por posible espionaje a víctimas del 11-S

El enfrentamiento entre los Comunes y los Murdoch es ya guerra abierta y alcanzó ayer ribetes de esperpento. Rupert Murdoch rechazó de entrada la "educada invitación" que le había cursado la Comisión de Cultura del Parlamento días atrás para que prestara declaración el próximo martes. Y su hijo James respondió que no está libre hasta el 10 de agosto. Los Comunes les enviaron una citación oficial, algo que no ocurría desde hace 20 años. Horas después, los Murdoch dieron marcha atrás y anunciaron que sí se presentarán a la cita parlamentaria. Mientras, en Estados Unidos, la Oficina Federal de Investigación (FBI) anunció ayer que ha abierto una investigación a News Corporation, matriz del imperio mediático de Murdoch, por presuntas escuchas a víctimas del 11-S.

Detenido el exdirector adjunto del 'News of the World'

En Londres, Rebekah Brooks, consejera delegada de News International -la rama de prensa británica del grupo-, sí había aceptado desde el principio presentarse ante sus señorías. Rupert Murdoch informó por carta a los parlamentarios de que no estaba disponible para el martes, pero sí "absolutamente dispuesto" a prestar declaración ante la investigación anunciada el miércoles por el Gobierno y que estará dirigida por un juez.

No estaba claro qué podía haber ocurrido si los Murdoch hubieran decidido mantener esa posición de no presentarse el martes. Algunos analistas creen que se les podría haber acusado de desacato al Parlamento. Pero los juristas no parecían completamente seguros porque la última vez que pasó algo así fue en 1992, cuando se ordenó la comparecencia de otro magnate de la prensa, Robert Maxwell. Según sir George Young, líder de los Comunes -una especie de ministro para el Parlamento- la Cámara tiene una serie de sanciones a su disposición que incluyen multas e incluso prisión.

A petición del anterior primer ministro, Gordon Brown, el Gobierno hizo público ayer el dictamen que le envió el cuerpo de funcionarios en marzo de 2009, cuando consultó sobre la conveniencia de abrir una nueva investigación sobre las escuchas del News of the World. Los mandarines de Whitehall le recomendaron que no abriera ninguna investigación porque no estaba claro que pudiera aportar más luz que las pesquisas de la policía y porque, al estar muy próximas las elecciones generales, se podía interpretar como una maniobra política contra los medios de Murdoch. "Yo le aconsejo, pero es el primer ministro quien decide", se defendió ayer el secretario del Gabinete, sir Gus O'Donnell.

Los funcionarios admiten que los informes de la Comisión de Cultura ofrecen "algunos argumentos a favor de una investigación", como por ejemplo la referencia a la "cultura" extendida en el News of the World, en la que "en el mejor de los casos se cierra un ojo ante la actividad ilegal".

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En paralelo a la crisis política, Scotland Yard continúa sus investigaciones sobre las escuchas y ayer realizó su novena detención desde que en enero pasado reabrió el caso. Neil Wallis, director adjunto del diario entre 2003 y 2007, cuando pasó a director ejecutivo hasta que abandonó el News of the World en 2009, fue arrestado en su domicilio del oeste de Londres a las 6.30 de la mañana de ayer y conducido a una comisaría para prestar declaración. Wallis fue durante varios años el número dos de Andy Coulson, el que luego fuera director de Comunicación del Partido Conservador y de Downing Street. Coulson fue arrestado el pasado día 8 y deberá volver a prestar declaración después del verano.

Mientras tanto, tras la presión ejercida por varios congresistas, el FBI anunció ayer que ha abierto una investigación a la empresa News Corporation por presuntas escuchas ilegales de conversaciones telefónicas a víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. "Estamos examinando las acusaciones vertidas en la carta de Peter King [representante republicano por Nueva York] ayer", dijo una fuente del FBI.

Durante esta semana, la presión para que se investigara a los medios de News Corporation en EE UU ha ido en aumento. El pasado martes, el senador demócrata por Virginia Occidental Jay Rockefeller pidió a las autoridades que investigasen a la compañía para asegurarse de que "no se ha violado la intimidad de los ciudadanos estadounidenses". "Las supuestas escuchas de los periódicos de News Corporation contra una serie de individuos, incluidos niños, son ofensivas y una transgresión grave de la ética periodística", dijo Rockefeller.

Según asegura en su carta el republicano King, "de acuerdo con informes recientes, periodistas que trabajaban para News of the World solicitaron a un policía de Nueva York el acceso a los archivos telefónicos de las víctimas del 11-S".

Rupert Murdoch y su hijo James (izquierda), el pasado domingo en Londres.
Rupert Murdoch y su hijo James (izquierda), el pasado domingo en Londres.FACUNDO ARRIZABALAGA (EFE)

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