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"Creí que iba a morir, pero luego me dije ¡Daniel, levántate!"

Uno de los dos mineros que escaparon de la explosión en una mina de Nueva Zelanda cuenta cómo salió.- Los trabajadores siguen incomunicados, pero las autoridades creen que están vivos

Daniel Rockhouse, minero de 24 años, cuenta que pensó en su propia muerte cuando el pasado viernes una explosión en una mina de carbón en Nueva Zelanda le sorprendió a dos kilómetros de la superficie. "Escuché un sonido similar a un disparo, pero mucho, mucho más fuerte", ha explicado. "La explosión me levantó del suelo y me lanzó contra la pared, golpeándome la cabeza contra las rocas". Cuando se incorporó, el monóxido de carbono comenzaba a invadir el túnel.

"Entré en pánico y comencé a correr, pero no tardé en caer al suelo inconsciente por efecto del gas", ha relatado el joven trabajador, que aún así tuvo fuerzas para levantarse. "Pensé en mi mujer y mis hijos. Creí que iba a morir, pero luego me dije ¡Daniel, levántate!". En su camino hacia la salida se topó con otro compañero, Russel Smith, que se salvó por llegar tarde al trabajo. No obstante, Smith también estaba inconsciente y Rockhouse tuvo que reanimarlo con una bombona de aire comprimido. Vieron la luz a 300 metros de la superficie. "No me he sentido más feliz en mi vida", ha contado Rockhouse. Echaron un vistazo para ver si había señales del resto de sus 29 compañeros, pero no fue así. "Mire a Russel y le dije: creo que nadie más va a venir".

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Un robot comprobará el estado del túnel

Los mineros atrapados siguen incomunicados y no han comido en 48 horas después de la fuerte explosión que causó el accidente, pero tienen agua y las autoridades confían en que se hallen dentro de alguno de los túneles a los que se está bombeando aire fresco desde la superficie. Mientras tanto el operativo de rescate continúa paralizado por el peligro de incendios . Cada 30 minutos se realizan pruebas para comprobar la calidad del aire, pero los niveles de gas tóxico son hasta ahora variables. Es necesario que se reduzcan para permitir que entren los equipos. "Tenemos que tener fe, lo más importante es que no hagamos movimientos en falso a la hora de realizar el rescate", ha dicho el primer ministro neozelandés John Key en conferencia de prensa este lunes.

Tony Kokshoorn , el alcalde de Greymouth, donde se encuentra la mina, ha confirmado que introducirán un robot en el interior del túnel el lunes para comprobar si hay espacio para que acceda el equipo de rescate. "Hay un obstáculo, al parecer un vagón de transporte de mercancías, que está aparcado en mitad del túnel. Pero han asegurado que hay un metro a cada lado por donde podrá pasar el robot", ha explicado Kokshoorn, que ha añadido que los esfuerzos se concentran ahora también en asegurar que el robot es lo suficientemente resistente como para soportar el riesgo de una nueva explosión.

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La perforación del túnel para introducir el robot se ha realizado a partir de un orificio de ventilación de 15 centímetros. Una vez hayan alcanzado los 162 metros que estiman necesarios para llegar al túnel, los equipos de rescate introducirán una cámara para comprobar si hay señales de vida de los mineros atrapados. Treinta personas, incluyendo expertos australianos, están preparadas para acceder a la mina, pero se estima que tardarán cerca de dos horas en alcanzar el túnel debido al terreno inestable y al humo.

Miedo y ansiedad entre los familiares

La empresa Pike River cree que los mineros se encuentran a solo 150 metros de la superficie, pero a 2,5 kilómetros de la entrada de la mina, bajo un túnel que pasa por debajo de la cordillera de Paparoa hasta los yacimientos de carbón de Atarau, en la Isla Sur de Nueva Zelanda.

Las familias de las víctimas han llenado las iglesias de la localidad de Greymouth para rezar por el milagro de que los suyos puedan ser rescatados con vida. Sin embargo, la ira y la frustración empiezan a hacer acto de presencia y las autoridades están siendo cuestionadas por la falta de preparación de una industria minera que hasta el momento era considerada de las más seguras del planeta. "Son unos tiempos difíciles y los familiares están comenzando a sentir altos niveles de ansiedad, miedo y frustración", ha contado el primer ministro John Key. Los 29 mineros atrapados tienen entre 17 y 62 años y en el grupo hay tres ciudadanos británicos, dos australianos y un sudafricano.

Familiares de uno de los mineros atrapados por una explosión en una mina de Nueva Zelanda.
Familiares de uno de los mineros atrapados por una explosión en una mina de Nueva Zelanda.AP

Rescatadas 29 personas atrapadas en una mina china tras una inundación

Los 29 trabajadores chinos que quedaron ayer atrapados en una mina en Sichuan han sido rescatados esta madrugada (hora española), según la agencia Xinhua.

Un total de 35 mineros se encontraban en el interior de una de las galerías de la mina de carbón Batian cuando se produjo la inundación. 13 de ellos consiguieron salir al exterior. Los miembros del equipo de rescate quedaron también atrapados en el pozo cuando descendían a socorrer a los mineros.

Las minas de carbón chinas son las más peligrosas del mundo, con más de 2.600 muertos en 2009, debido a que este combustible supone todavía un 70% del consumo energético de la segunda potencia económica, por lo que los mineros tienen que perforar a mayor profundidad, lo que incrementa el riesgo de accidentes.

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