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SEGUNDA RONDA DE NEGOCIACIONES EN EL SALVADOR

La guerrilla propone al presidente salvadoreño la creación de un Gobierno de consenso nacional

La guerrilla salvadoreña presentó ayer a la comisión gubernamental una compleja propuesta de paz que incluye dos puntos que el presidente José Napoleón Duarte considera innegociables: la creación de un Gobierno de consenso nacional y la integración de los rebeldes en el Ejército. Este plan, presentado en Ayagualo, cerca de San Salvador, está a una distancia que parece insalvable del que Duarte expuso en la anterior reunión, celebrada el 15 de octubre en la localidad de La Palma, donde se limitó a ofrecer una amnistía y condiciones para que la izquierda se incorpore a la vida política.

, A pesar de las diferencias, la segunda reunión Gobierno-guerrilla dio comienzo poco después de las ocho de la mañana de ayer en la casa de ejercicios espirituales de Ayagualo, a 20 kilómetros de San Salvador, en un clima de moderada esperanza, sin descartar la posibilidad de una tregua temporal para las próximas navidades.El obispo Gregorio Rosa Chávez, convertido en portavoz oficial del encuentro, dijo que "ambas partes son conscientes de que el camino de la paz es largo, pero saben también que no se pueden levantar de la mesa si no dan hoy un paso decisivo, porque si no el diálogo podría romperse".

La izquierda se muestra en estos momentos más proclive a la tregua y en ello podría influir una cierta debilidad militar. El Ejército, por el contrario, cree estar ganando la guerra y se muestra sumamente reticente a cualquier cese de hostilidades que, a su juicio, serviría sólo para que los rebeldes recuperen fuerzas.

Esto explica que la delegación opositora mostrase a su llegada al aeropuerto de San Salvador, en un avión de la fuerza aérea mexicana, una actitud muy positiva ante la eventualidad de la tregua, en tanto que el ministro de la Presidencia, Julio Adolfo Rey Prendes, no quiso pronunciarse a este respecto.

Tres de los cuatro delegados izquierdistas llegaron en avión desde México a las 17.30 del jueves. Rubén Zamora, Héctor Oquelí y Dagoberto Gutiérrez dijeron que venían "a buscar una paz con justicia y libertad", frase que se recoge literalmente en el plan global cuya presentación anunciaron en el aeropuerto.

Desde la terminal aérea se trasladaron, acompañados de diplomáticos europeos y americanos, a la Embajada de España, donde se les unió poco después el comandante Facundo Guardado, al que otro convoy de embajadores y miembros de la Cruz Roja había ido a recoger a La Palma. Los cuatro representantes de la oposición pasaron la noche en la Embajada española, en una residencia aneja habilitada para huéspedes.

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Rubén Zamora declaró por teléfono a este corresponsal que ellos habían pedido la colaboración de varios Gobiernos para garantizar la seguridad del encuentro y que el español les ofreció su Embajada, que, por otra parte, reúne excelentes condiciones de aislamiento y seguridad. La vigilancia habitual se reforzó en esta ocasión de forma bastante discreta. Después de la reunión los cuatro delegados iban a regresar anoche nuevamente a la sede diplomática.

El embajador español, Luis Mariñas, acompañó en su vehículo oficial hasta el lugar de la reunión a Héctor Oquelí y a Facundo Guardado, mientras Rubén Zamora y Dagoberto Gutiérrez eran protegidos por otro diplomático. Ninguno de ellos se detuvo ante los periodistas a la entrada de la casa de ejercicios.

Con anterioridad había llegado la comitiva gubernamental, formada por los ministros de la Presidencia, Julio Adolfo Rey Prendes, y de Planificación, Fidel Chávez Mena; el viceministro de Seguridad, coronel Reynaldo López Nuila; y el designado para sustituir al presidente, Abraham Rodríguez.

Discutir la paz

Rey Prendes se mostró optimista: "Venimos dispuestos a discutir la paz que anhela el pueblo y esperamos que ellos vengan con el mismo ánimo. Nosotros presentamos nuestra propuesta en La Palma y hoy esperamos conocer la suya. No sabemos si de esta reunión saldrá algo espectacular, pero esperamos que se mantenga una actitud favorable al diálogo".Acerca de una eventual incorporación de la guerrilla al Ejército, Ruy prendes declaró que ese tema es tan inaceptable que "ni ellos mismos creo que lo planteen ya". Reiteré que el Gobierno ofrece a los alzados en armas la oportunidad de incorporarse al proceso democrático con plenas garantías y bajo el compromiso de renunciar a la violencia para alcanzar el poder.

Chávez Mena declaró por su parte: "Todos haremos los esfuerzos necesarios para que no haya una ruptura del diálogo, pero deben convencerse de que el único instrumento para llegar al Gobierno son las urnas".

Entre ambas delegaciones, llegaron a la casa de ejercicios los representantes de la Iglesia: el arzobispo Arturo Rivera, que participa en el diálogo como moderador; el nuncio apostólico, Giacomo Ottonello, y el obispo Gregorio Rosa Chávez. El papel de la Iglesia ha sido cuestionado por la guerrilla esta semana.

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