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Alto el fuego en Oriente Próximo

EE UU investiga el uso de bombas de racimo por el Ejército israelí

El Departamento de Estado estadounidense ha lanzado una investigación para determinar si Israel usó bombas de racimo de fabricación norteamericana en su campaña en el sur de Líbano, y si esta utilización violó los acuerdos secretos entre los dos países, que restringe el empleo de este tipo de armas.

La investigación, que está siendo conducida por la Oficina de Defensa de los Controles del Comercio del Departamento, comenzó esta semana, después de recibir información sobre el hallazgo de tres tipos de municiones de racimo estadounidenses en Líbano y de la muerte de civiles libaneses por estas bombas.

Las bombas de racimo, o de fragmentación, son unos proyectiles de caída libre, o dirigida, lanzados desde el aire o desde la superficie, que al estar sobre una altura concreta se abren dejando caer cientos de cargas explosivas, hasta 300, de diversos tipos. Tienen un margen de fallo en su detonación de entre el 5% y el 30%, por lo que algunas pueden quedar enterradas sin explotar, resultando peligrosas especialmente para los niños por sus formas llamativas, similares a pelotas de tenis o latas de refrescos.

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Un portavoz del Departamento, Gonzalo Gallegos, reconoció la investigación: "Hemos recibido quejas sobre el uso de este tipo de arma y estamos recabando información". La investigación se centra en determinar si Israel informó a EE UU, como especifica el acuerdo sobre el uso de estas armas, y si los objetivos eran estrictamente militares.

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