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Empieza el macrojuicio contra 196 militares en Turquía

Los sospechosos están acusados de intentar derrocar al Gobierno de Ergogan

Es la primera vez que Turquía sienta en un banquillo a militares acusados de golpe de Estado. Y lo ha hecho a lo grande. Casi 200 uniformados se han juntando esta mañana en el juzgado criminal número 10 de Estambul acusados de intentar destruir el parlamento y derrocar al gobierno de Ankara , lo que podía acarrearles penas de hasta 20 años de prisión.

Los 196 imputados son sospechosos de formar parte de operativo conocido como Mazo de Hierro. Según la acusación, el plan buscaba desestabilizar el Gobierno a través de la voladura de varias mezquitas en Estambul y el asesinato de políticos, intelectuales y líderes religiosos que sería más tarde achacado a grupúsculos radicales. Según las 5.000 hojas del plan golpista publicado en Octubre por el diario liberal Taraf, tras actuar en Estambul los militares desplegarían "equipos especiales de seguridad" en varias provincias de Turquía para reforzar la puesta en escena y provocar la caída del gobierno de Ankara.

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El plan fue urdido durante una reunión de las fuerzas armadas en 2003, poco después de que el partido islamista moderado (AKP) que actualmente gobierna Turquía subiera al poder. El supuesto cerebro de la operación el ex General Çetin Dogan, ha rechazado en numerosas ocasiones las acusaciones. Según su defensa, los documentos incautados por la justicia y utilizados para su acusación proceden de un seminario de 2003 que describía una situación ficticia de tensión para evaluar la mejor manera de actuar en una crisis semejante.

Durante la jornada de hoy, los golpistas pasarán de meros sospechosos a acusados y sus cargos quedarán formalmente establecidos. A parte del ex general Çetin Gogan, entre los acusados se encuentran varios generales, coroneles y comandantes, además de uniformados sin alta graduación. Según informaba la prensa turca esta mañana, varios de ellos han viajado esta semana al extranjero con el fin de perderse la primera audiencia del juicio, que previsiblemente durará varios meses.

Este proceso ha provocado una polémica en el país. Entre los medios liberales y cercanos al gobierno islamista moderado de Ankara, el juicio es visto como un avance hasta la democracia del país. Por el contrario los detractores esgrimen dudas acerca de la autenticidad de algunas de las pruebas y califican el proceso de fórmula de presión del gobierno para silenciar a la oposición, único contrapoder a la supuesta agenda islamista oculta del Primer Ministro Recep Tayyip Erdogan.

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A favor de estos últimos, el cambio hace menos de 48 horas, del presidente de la sala acusado de tener estrechos contactos con los imputados en otra trama golpista contra el gobierno de Erdogan conocida como Ergenekon. Según la oposición, durante los últimos dos años cientos de personas han sido condenadas en diferentes juicios por presuntos complots contra el gobierno.

Por otro lado, expertos y juristas apuntan que este juicio puede ayudar a poner fin a la larga tradición golpista del país. Y es que en Turquía, los militares han derrocado a cuatro gobiernos desde 1960 alegando la defensa de los valores fundacionales del Estado Moderno Turco. Desde el nacimiento de la República en 1923, la defensa los principios de unida nacional y laicidad por parte de los uniformados, ha supuesto la desaparición y la muerte de miles de activistas políticos, periodistas y profesores universitarios así como la represión de las minorías que conforman el país.

El Primer Ministro turco, Recep Tayyip Erdogan
El Primer Ministro turco, Recep Tayyip ErdoganFRANCE PRESSE

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