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Entrevista:ABDALÁ II | Rey de Jordania

"Hay que buscar fórmulas creativas para que la ayuda siga llegando a los palestinos"

Ángeles Espinosa

Abdalá II despliega toda su energía en buscar soluciones de paz. "Si se dice que no a las armas nucleares iraníes, también debe decirse no a otros países que las tienen", insiste. Deseoso de rebajar las crecientes tensiones en una parte del mundo, la situación parece empeorar inexorablemente. "Cada Año Nuevo solía decir 'no puede ser peor que el anterior', pero ya he dejado de decirlo", bromea, aunque parece fatigado. En vísperas de la visita de Estado que los Reyes de España inician hoy en Jordania, el rey jordano recibió a EL PAÍS.

Pregunta. El triunfo de Hamás ha llevado a EE UU y a la UE a interrumpir la ayuda al Gobierno palestino. ¿Respalda esa decisión?

Respuesta. Mi preocupación, que he comentado con los líderes europeos y con nuestros amigos en EE UU, es que la interrupción de la ayuda va a afectar al palestino de a pie; a los que más, a los 150.000 funcionarios. Considero que hay fórmulas creativas para asegurarse de que les llega la ayuda. Ahora mismo está habiendo discusiones al respecto... la posibilidad de canalizarla a través de la oficina de Mahmud Abbas para asegurarse de que llega a los funcionarios, a través de ONG... Pero cortar totalmente la ayuda va a causar sufrimientos a los palestinos. Ya están sufriendo privaciones económicas y sociales.

"El rey de España siempre ha aportado una voz de moderación en Oriente Próximo"
"La formación de Gobierno en Irak es un buen paso, pero hay que eliminar el sectarismo en los ministerios de Interior y de Defensa"
"Nuestro argumento es que si se dice que no a las armas nucleares iraníes, también debe decirse no a otros países que las tienen"
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"No creemos en el 'takfir', la ideología de un puñado de extremistas que mantiene que puede matarse a quien esté en desacuerdo con ellos"
Lea la versión ampliada de la entrevista en ELPAIS.es

P. En los dos últimos años todo el mundo ha criticado la actuación de EE UU en Irak, pero nadie ha ofrecido una alternativa viable. ¿Qué sugiere que debe hacerse para frenar el deterioro de Irak?

R. Acaban de elegir un nuevo primer ministro y esperamos que en los próximos 30 días sea capaz de reunir un Gobierno que los tres grandes grupos puedan aceptar. Hay que hacer avanzar el proceso hacia la consolidación institucional antes de que las fuerzas de la coalición puedan retirarse. Todos deseamos que eso suceda lo antes posible, pero tiene que haberse alcanzado un estadio en el que las fuerzas iraquíes puedan reemplazar a las de la coalición. Abandonar Irak en el vacío crearía problemas muy graves. El deseo es que las tropas de la coalición se vayan cuanto antes y para ello la formación del Gobierno es un paso en la buena dirección, pero también hace falta eliminar el sectarismo en los ministerios de Interior y de Defensa.

P. ¿No teme que llevar el debate al terreno religioso pueda tener consecuencias indeseadas al dar poder en Irak a líderes que no son elegidos?

R. No. Parte de los problemas que afrontamos, e Irak sirve como ejemplo de otros casos, requiere una solución religiosa, porque, desgraciadamente, la religión se está utilizando con fines políticos. Eso es lo que estamos viendo en Irak, donde chiíes y suníes están siendo enfrentados unos contra otros a causa de las ambiciones políticas de [algunos] individuos. Y lo que hemos hecho y seguiremos haciendo con la Conferencia [de Reconciliación Islámica para Irak], que espero que podamos celebrar en un futuro próximo, está basado en el Mensaje de Ammán y consiste en decir que todos somos musulmanes. Así que esos extremistas que están usando nuestra religión para matar, para poner bombas en mezquitas, para destruir vidas de gente inocente, no están actuando en nombre de la religión. Eso es muy importante porque aclara el debate.

P. La preocupación sobre Irán está aumentando en la zona no sólo por su implicación en Irak, sino debido a sus ambiciones nucleares. ¿Hasta qué punto los llamamientos del presidente Mahmud Ahmadineyad a los musulmanes dificultan que los gobernantes árabes puedan denunciar esos proyectos?

R. Jordania es un país que quisiera ver la prohibición de armas nucleares en toda la región y creo que muchos de los países de la zona opinan igual. En cuanto a Irán, tienen su política y han puesto su vista en lo que quieren hacer. Considero que la forma de abordar Irán es a través del diálogo. Cualquier amenaza de usar la fuerza contra Irán sólo unirá a los iraníes. Confío en que Occidente siga usando el diálogo para tender una mano al presidente [iraní].

P. Los llamamientos de Ahmadineyad al mundo islámico ¿no dificultan su defensa de una región libre de armas nucleares?

R. No, no lo creo. Cierto que llega a ciertos sectores de la opinión pública en el mundo islámico porque desafía a una superpotencia, desafía a Israel, y eso es muy popular en ciertos sectores de la sociedad en esta parte del mundo. A la vez, estoy convencido de que a la mayoría de la gente le preocupa cualquier programa nuclear que pueda amenazar a la región porque, en última instancia, nadie desea ver misiles sobrevolando sus cabezas. Pero no creo que eso lo haga difícil para los líderes árabes. Nuestro argumento es que si se dice que no a las armas nucleares iraníes, también debe decirse no a otros países que las tienen.

P. Parece imposible que Israel vaya a renunciar a sus armas nucleares. ¿Cómo se puede combinar su deseo con esa realidad?

R. Con paz. Si se tiene paz, no se necesita la bomba. Si se resuelve el problema israelo-palestino, se resuelve el problema israelo-árabe. Entonces, ya no hay más amenazas. Entiendo que la bomba es un elemento de disuasión, obviamente, y que la disuasión se necesita porque aún hay hostilidades entre los israelíes y palestinos, y otros países, excepto Jordania y Egipto. Así que si se resuelve el problema central de Oriente Próximo ya no se necesita.

P. Hoy comienza el juicio contra la fallida suicida que se detuvo tras los ataques terroristas del pasado 9 de noviembre. ¿Cómo han afectado esos atentados a su país y sus políticas?

R. Fue un golpe para el país. Si se mira el porcentaje de muertos, y España ha pasado por ello, un país de nuestro tamaño que pierde medio centenar de personas, comparado con otros países que han sufrido actos terroristas, es una cifra muy alta. Pero la sociedad jordana ha salido reforzada, todo el mundo se unió en torno a la nación. Ahora estamos debatiendo qué hacemos con la seguridad porque siempre está el equilibrio entre seguridad y libertades. El Gobierno y el Parlamento van a debatirlo en detalle en los dos meses próximos porque no queremos cambiar nuestra forma de vida usando los atentados como pretexto para restringir las libertades. Tenemos que ser más eficientes en proteger nuestras fronteras. Esa señora va a juicio y veremos lo que sale.

P. ¿Por qué resulta tan difícil que los líderes árabes y musulmanes, tanto políticos como religiosos, denuncien de forma pública que los radicales no representan al islam?

R. Muchos líderes árabes y religiosos lo han estado haciendo. El Mensaje de Ammán fue para declarar que esa gente no representa nuestra religión, y la conferencia de julio del año pasado señaló tres puntos clave: primero, que reconocemos las ocho principales escuelas de jurisprudencia, o sea, que todos nos consideramos musulmanes; segundo, que no creemos en el takfir, que es la ideología de ese puñado de extremistas y que mantiene que si no estás de acuerdo conmigo te puedo matar, y las ocho escuelas estuvieron de acuerdo en que esa gente no tiene nada que ver con el islam, y en tercer lugar, el asunto de quién puede emitir fetuas [edictos religiosos con validez legal], porque cada atentado terrorista ha estado precedido de alguien como Osama Bin Laden o Al Zarqaui que afirma haber pronunciado una fetua que te permite matar a gente inocente. Sólo las personas cualificadas por las principales escuelas de jurisprudencia tienen autoridad para dictar fetuas. Esto ha sido respaldado en la reunión de la Organización de la Conferencia Islámica reunida en La Meca el pasado diciembre.

P. Hoy va a recibir a los Reyes de España. ¿De qué forma puede España contribuir más a Jordania y a la región?

R. España siempre ha tenido un papel vital como parte de la Unión Europea. Tiene unas estupendas relaciones con todos los países de Oriente Próximo, e históricamente es muy respetada. No se trata sólo de política, también tiene mucho que ver con su solidez económica. Su majestad [el rey de España], cada vez que ha habido un problema, sea tras el 11-S o en el proceso de paz, siempre ha aportado una voz de moderación para tratar de suavizar las intenciones del otro lado. Su majestad es una de esas personas de carácter que se salen de lo común y tratan de aunar a la gente. Cuando Jordania sufrió la terrible pérdida de su majestad el rey Husein, la primera visita de Estado que hice fue a España, y no por casualidad. Supongo que [el rey Juan Carlos] quería ayudar en la transición y ayudarme a conocer gente. Siempre ha tendido la mano a mi país y a muchos de los países árabes.Abdalá II / Rey de Jordania

El rey Abdalá II de Jordania, en un momento de la entrevista.
El rey Abdalá II de Jordania, en un momento de la entrevista.YOUSSEF ALLAN

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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