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Irán reprime a golpes a la oposición

La policía disuelve con violencia un homenaje a las víctimas de la represión

La policía iraní disolvió ayer a porrazos y con gases lacrimógenos el homenaje a las víctimas de la represión de la oleada de protestas populares contra la reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad en los comicios del pasado 12 de junio. Decenas de personas fueron detenidas en Teherán cuando trataban de rendir tributo a la memoria de la joven Neda Aga Soltan, cuya muerte en una calle de la capital iraní durante una manifestación, el 20 de junio, se ha convertido en el principal símbolo del movimiento de rechazo de la oposición reformista de Irán.

Los enfrentamientos con la policía comenzaron después de que cientos de simpatizantes del dirigente opositor Mir Hosein Musaví, rival electoral de Ahmadineyad, se concentraran en el cementerio Behest e Zahra, al sur de Teherán, cantando "Musaví, te apoyamos". Cuando el coche del líder político llegó al lugar, los manifestantes le abordaron para saludarle, pero la policía obligó a Musaví a volver a subirse al vehículo y marcharse.

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Más tarde, muchos centenares trataron de acercarse hacia la Gran Mosala, la mezquita mayor de Teherán, que se encuentra en el centro de la capital iraní. Pero los numerosos agentes antidisturbios, desplegados en el exterior del recinto religioso, se lo impidieron. La policía obedecía las órdenes de rechazo dictadas por el Gobierno a la demanda de la oposición de celebrar en esa mezquita un acto en memoria las víctimas de junio.

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"Hay miles de personas que cantan consignas a favor de Musaví, mientras cientos de policías antidisturbios alrededor de Mosala y en las cayes adyacentes están intentando dispersarlos", declaró un testigo. "Agentes vestidos de civil y policías antidisturbios golpean a los manifestantes con bastones y han lanzado gases lacrimógenos", señala una página web ligada a los reformistas.

Los manifestantes prendieron fuego a varios contenedores de basura en las calles cercanas. Al menos tres de los que protestaban han sido detenidos y la policía ha reventado los parabrisas y los cristales de las ventanas de los coches que tocaban el claxon en señal de apoyo a los manifestantes, añadió el testigo. Restricciones oficiales impiden a los periodistas informar desde fuera de sus oficinas.

Musaví y Mehdi Karrubí, el otro candidato reformista, sostienen que las autoridades manipularon el voto de las presidenciales para garantizar la reelección de Ahmadineyad. El líder supremo, ayatolá Alí Jamenei, respaldó los resultados y exigió el fin de las protestas por las elecciones, que hundieron a Irán en su peor crisis interna desde la revolución de 1979 y han dejado al descubierto las divisiones dentro del seno del poder.

"No comprendo el significado de que se envíen fuerzas policiales y agentes de seguridad a cercar a quienes quieren rendir homenaje a los muertos", declaró Karrubí en el cementerio, a donde acudió la familia de Neda en el 40º día que marca el fin del duelo en la tradición chií. Neda recibió un mortal disparo durante los enfrentamientos entre los seguidores de Musaví y policías y basiyís (la milicia del régimen). Las autoridades iraníes afirman que la bala que mató a la joven no era del tipo de las utilizadas por las fuerzas de seguridad del país y que su muerte fue preparada para ensuciar la imagen de Irán.

Mientras, el activista Saed Hajyarian, encarcelado durante las protestas de junio, fue trasladado ayer a una casa de reposo gubernamental ante su débil estado de salud. Hajyarian debía haber sido puesto en libertad el miércoles, según el comunicado emitido ese mismo día por el poder judicial. "Su liberación tiene lugar basándose en las últimas órdenes del jefe de la judicatura", indicaba el texto.

Sin embargo, y supuestamente debido al deterioro sufrido en la cárcel por su salud, Hajyarian, de 55 años y en silla de ruedas desde el intento de asesinato que sufrió en 2000, fue enviado a una residencia con las "adecuadas facilidades médicas", según reveló la agencia semipública de noticias Mehr. Sus familiares están autorizados a visitarle. Hajyarian, que fue consejero del ex presidente reformista Mohamed Jatamí, es un destacado abogado y periodista, de quien se dice que sus investigaciones sobre la cadena de asesinatos de disidentes de la oposición durante la década de los noventa fue "el dedo" que apretó el gatillo en el atentado del que extrañamente salió vivo.

Un antidisturbios intenta dispersar con su porra a los manifestantes que se concentraron ayer en el cementerio de Teherán.
Un antidisturbios intenta dispersar con su porra a los manifestantes que se concentraron ayer en el cementerio de Teherán.AP

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