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Reportaje:

Jospin ajusta cuentas con Royal

El ex primer ministro se suma a la batalla por el control del Partido Socialista francés y ataca cruelmente a Ségolène en un libro

Lionel Jospin ha salido de su silencio y ha movido ficha en el proceso de reconstrucción del Partido Socialista francés (PS) con un ataque en toda regla contra la candidata derrotada, Ségolène Royal, y una discreta toma de postura contra el actual primer secretario, François Hollande. El ex primer ministro, que fue apartado de la elección presidencial de 2002 por el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, vapulea sin piedad a la derrotada Royal en un libro titulado L'impasse, que saldrá a la venta el próximo día 24, pero del que ayer Libération publicó algunos extractos.

Desde Quebec, donde se encuentra de viaje, Royal respondió con munición de alto calibre. "Me pregunto de dónde viene tanto odio", dijo, "creo que se trata de una cuestión de carácter abiertamente machista".

Royal: "Me pregunto de dónde viene tanto odio. Se trata de una cuestión machista"
Jospin: "Royal no tiene las cualidades humanas ni la capacidad para dirigir a los socialistas"

Las aguas siguen revueltas en el PS. Los ajustes de cuentas con Royal se han convertido en la principal fuente de la temporada literaria. Pero el de Jospin va más allá porque alcanza también al primer secretario François Hollande, ex pareja de Royal y rival ahora por el control del partido. Para Jospin, la candidata a la presidencia francesa, elegida el otoño pasado por amplia mayoría por los militantes socialistas, era la "menos capaz" de derrotar al conservador Nicolas Sarkozy.

En su opinión, Royal era "una figura secundaria de la vida pública" que no daba "la talla" para el papel. Y añade: "Haber cometido un error designándola, no significa que haya que reiterarlo". Jospin, que no se presentó a las primarias pese a amagar con hacerlo, asegura ahora que su actitud de aquel momento, no descartando su candidatura hasta el último momento, ya era una manera de manifestar su "temor" a la eventualidad de que Royal fuera la preferida por las bases, como así fue.

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El ex primer ministro asegura que ya era consciente de que la candidata socialista no tenía ninguna posibilidad de imponerse en los comicios presidenciales, "no porque fuera una mujer, sino porque ya me había hecho una idea de sus cualidades, notorias, y sus insuficiencias reales". Y advierte de que el "mito" y la "ilusión" no deben prolongarse porque Royal no tiene "las cualidades humanas ni las capacidades políticas" necesarias para poner en orden de batalla a los socialistas con vistas a 2012. Jospin, que el domingo participó en un mitin con Bertrand Delanoë, se refiere a los consejos de barrio que ha instaurado el alcalde de París en la capital para descalificar la "democracia participativa" propugnada por Royal, a quien recrimina que haya confundido "el arte de comunicar con el arte de gobernar".

Las reacciones a la entrada en liza de Jospin no se hicieron esperar. Sus fieles, como Delanoë, evitaron hacer comentarios asegurando que no habían leído el libro. Desde el bando de Royal, el diputado Arnaud Montebourg, que fuera uno de sus portavoces, pidió "modestia" al ex primer ministro, recordándole que había sido eliminado en la primera ronda de las presidenciales de 2002. "Los ajustes de cuentas nunca han servido a ninguna causa", dijo.

Hollande, que de pronto se ha encontrado entre dos fuegos, se multiplicó ayer en las radios y las cadenas de televisión para pedir que se acaben "los ajustes de cuentas" y las "querellas personales", emplazando a todos los dirigentes y militantes a concentrarse en la labor de repensar cuál es el futuro del Partido Socialista más allá de las personas.

Lionel Jospin saluda a Ségolène Royal en La Rochelle, en verano de 2006.
Lionel Jospin saluda a Ségolène Royal en La Rochelle, en verano de 2006.EFE

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