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Medvedev mantiene la duda sobre su candidatura a las presidenciales de 2012

El presidente ruso hace propaganda de sus meritos, peo no desvela si en las próximas elecciones se presentará él o Putin

El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, no ha desvelado si será él o el primer ministro, Vladímir Putin, quien compita por la jefatura del Estado en los comicios de marzo de 2012. Sin embargo, Medvédev se ha jactado de sus propios méritos durante la primera gran conferencia de Prensa que convoca desde que llegó al poder en 2008. El lugar elegido para el evento, celebrado hoy, ha sido una escuela empresarial, situada a las afueras de Moscú y vecina al solar vacío donde se edificará Skólkovo, la futura Silicon valley de Rusia y el proyecto favorito de Medvédev. Ante centenares de periodistas, que han sido trasladados en autobuses desde el Kremlin, el líder daba la impresión de competir por la candidatura a la presidencia, pero no ante el electorado, sino ante el mismo Putin, su socio en el tándem dirigente.

Medvédev ha manifestado que no ha llegado aún el momento de anunciar quién será el candidato, pero ha asegurado que "no habrá que esperar mucho". Ha subrayado también que su relación Putin, su antecesor entre 2000 y 2008, es sólida y no "un simple tándem". "Nos conocemos bien, nos sentimos, pensamos lo mismo", ha señalado. "Tenemos enfoques muy cercanos en los temas claves del desarrollo del país, aunque esto no significa que coincidamos en todo. Estamos muy cercanos en la estrategia, sino no podríamos trabajar juntos y de eso hay que partir al tomar decisiones sobre qué hacer en el futuro", ha explicado, tras ser interpelado sobre una posible rivalidad de ambos por la presidencia. "Hay competencia que ayuda y competencia que lleva al callejón sin salida", ha sentenciado.

"Cualquier decisión política debe ser calculada exactamente, porque esto no son juguetes, no son cromos y en nuestras manos están los destinos de muchos", ha afirmado. Medvédev ha dicho estar unido a Putin por "la educación común como juristas" y por un "conjunto de valores" como el deseo de "modernizar el país", pero ha admitido que no siempre coinciden en la "táctica" y que "a veces chocan". Instado a expresarse sobre los desacuerdos, ha mencionado el ritmo de la modernización, que él ve como algo "rápido" y Putin, como algo "más tranquilo y pausado". De competir por la presidencia, Medvédev quisiera apoyarse en un partido y ha dicho confiar en las fuerzas que le prestaron apoyo en 2008 (Rusia Unida (RU), mayoritario en la Duma, y Rusia Justa (RJ), entre ellos).

El presidente ha dicho no renunciar a su prerrogativa de cesar el gobierno y ha afirmado que "tarde o temprano será necesario hacer una rotación en todos los ministerios gubernamentales". El nuevo gobierno debe cambiar sustancialmente, con independencia de quien lo dirija, ha dicho remitiéndose a los "imperativos de los tiempos". Como méritos propios, Medvédev ha subrayado su actividad viajera, por ser el dirigente que más provincias rusas habrá visitado. También ha dicho ser el que más se ha preocupado por las condiciones sociales de los veteranos de la Segunda Guerra Mundial, a los que están repartiendo viviendas.

Ha alardeado de ser el primero que usa los medios de comunicación electrónicos y las redes sociales y de haber cesado más altos cargos policiales que sus predecesores. Haciendo balance de tres años de gestión, Medvédev ha destacado que Rusia ha continuado su desarrollo durante la crisis financiera. "Me parece muy importante, si recuerdan que emociones se conservan en muchas países europeos,", ha dicho. En Rusia, ha agregado, "no tenemos los procesos en el campo financiero que se dan en España, Portugal y Grecia". Como factores negativos, ha mencionado el no haber sabido diversificar la economía, la dependencia de los hidrocarburos y el mal clima inversor.

Dejando abiertas todas las opciones de futuro, Medvédev ha dicho que todo estadista tiene que estar preparado para el fin de su carrera política. Lo ha dicho refiriéndose a sí mismo ("no dudo que tarde o temprano dejaré de ser presidente") y también a Serguéi Mirónov, que hoy ha perdido su puesto como tercer cargo en la jerarquía del país, al ser destituido como jefe del Consejo de la Federación (Cámara Alta o Senado) por el parlamento de San Petersburgo, al que representaba. Mirónov había presidido RJ, partido creado por el Kremlin para quitarles votos a los comunistas, pero que se dedicó a competir con RU (el partido de los seguidores de Putin).

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Alarmada, RU decidió acabar con la amenaza que suponía RJ, cosa que logró ayer. La volatilidad de las lealtades se ha reflejado en la actitud de los mismos miembros del partido de Mirónov, que han votado en contra de éste. El modelo bipolar defendido en el pasado por parte de la élite política rusa va hoy camino de ser sustituido por una aglutinación de fuerzas en torno a RU. Recientemente Putin ha propuesto crear un Frente Popular, formado por RU y la constelación de fuerzas que le son afines, desde sindicatos a asociaciones de mujeres.

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