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Milán da un varapalo a Berlusconi en las municipales

El centro izquierda confirma sus feudos de Turín y Bolonia, pero queda como tercera fuerza en Nápoles

El deprimido centro-izquierda italiano ha logrado tomar aire en el lugar más simbólico posible: Milán, el feudo de Silvio Berlusconi. Por primera vez en 18 años, la izquierda prevaleció sobre el centro derecha en la capital financiera de Italia, la ciudad fetiche del magnate y primer ministro. El Partido Democrático (PD) salió globalmente reforzado de las elecciones municipales parciales al mantener de forma clara Turín y Bolonia, e imponerse en el primer turno en Trieste, aunque en su histórico bastión de Nápoles se hundió hasta el 20% y pasó a ser la tercera fuerza política.

La victoria del candidato del PD a la alcaldía milanesa, Giuliano Pisapia, envió un mensaje claro tanto a Berlusconi como al centro izquierda. El educado y casi anónimo abogado de pelo blanco, de 62 años, había vencido por sorpresa en las primarias del PD al candidato oficial, y logró imponerse también a la alcaldesa Letizia Moratti, apoyada por el PDL y la Liga Norte. Con el 75% de los sufragios escrutados, la lista de Pisapia sacaba casi siete puntos a la del PDL y la Liga: 48% frente a 41,6%.

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El inesperado milagro milanés, que ningún sondeo preveía, deberá ser confirmado en la segunda vuelta dentro de dos semanas. De momento, irritó a la Liga del Norte y abrió las primeras grietas en la coalición del Gobierno nacional. Berlusconi insistió en volver a ser cabeza de lista de la alianza y quiso convertir el voto local en un plebiscito. Pero sus electores le negaron incluso el objetivo de igualar las 52.000 preferencias que obtuvo en 2006. Las previsiones calculaban que no pasaría de la mitad.

"Ha cambiado el viento del norte", resumió Pierluigi Bersani, líder de la oposición. "Espero que la Liga tome nota de que apoyando a Berlusconi, pierde".

La participación, con trece millones de electores censados, alcanzó el 70%, solo un punto menos que hace cinco años, aunque en Milán y Turín acudió más gente a las urnas que en 2006. En la Nápoles invadida de basura la abstención subió diez puntos, hasta el 40%. Tras 16 años de Gobierno municipal del centro-izquierda, el electorado mostró desafección y dispersión. El candidato más votado fue, como se esperaba, el empresario Gianni Lettieri, del Pueblo de la Libertad, con un 38% de los sufragios. La sorpresa es que deberá jugarse el desempate no con el aspirante del PD sino con el exjuez Luigi de Magistris, de Italia de los Valores, que con sus apelaciones a la legalidad rozó el 27% de los votos, el mejor resultado alcanzado por la formación del exfiscal Antonio di Pietro.

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Las urnas dejaron también un aviso a la casta que se eterniza en los cargos: el movimiento antipolítico Cinco Estrellas del cómico Beppe Grillo arañó en Bolonia un histórico 10% que dejó en el aire la victoria en la primera vuelta del PD.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, sale de la cabina de votaciones de un colegio electoral de Milán (Italia).
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, sale de la cabina de votaciones de un colegio electoral de Milán (Italia).EFE

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