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Y Mohamed VI se va de vacaciones...

El rey de Marruecos viaja a Francia para descansar en su castillo de Betz

El rey Mohamed VI de Marruecos debe de considerar que su país no se va a contagiar de las revueltas que recorren el mundo árabe. El viernes llegó al aeropuerto privado de Le Bourget (París) y de ahí se trasladó a su castillo de Betz, a 70 kilómetros al noreste de la capital francesa, donde pasa unos días de descanso, según fuentes conocedoras de su estancia. El castillo y el parque de 70 hectáreas que lo rodea fueron adquiridos por su padre, Hassan II, en los años setenta. A Mohamed VI, de 47 años, no le acompañó ningún familiar a Betz.

La web informativa marroquí Hespress, que se elabora desde Canadá para sortear la censura, recogió ayer otra versión del viaje a Betz proporcionada por el periodista Ali Lmrabet. Mohamed VI habría viajado a Francia, junto con una delegación mixta de altos cargos de seguridad y militares, además de consejeros reales, para analizar con los responsables franceses la nueva situación en el Magreb tras el derrocamiento, el 14 de enero, del presidente tunecino Zine el Abidine Ben Ali.

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En Marruecos no se han producido disturbios. Aun así las autoridades han tomado costosas medidas preventivas para impedir una explosión social. El llamado Fondo de Compensación, que subvenciona los productos de primera necesidad (azúcar, aceite y trigo) y los hidrocarburos, dispone este año de un presupuesto récord de 1.545 millones de euros, equivalentes al 2% del PIB del país.

Pese al incremento de su dotación, esta será insuficiente porque los precios no paran de subir. Prueba de ello es que Rabat calcula que el barril de petróleo se situará este año en 78 dólares cuando ya rebasa los 88.

La última actividad del monarca en Marruecos consistió, según la agencia de prensa oficial MAP, en recibir al primer ministro de Canadá, Stephen Harper. MAP no informó de la visita real a Francia ni de su agenda. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, pasó parte de las vacaciones de Navidad en Marrakech, donde ya se reunió con el soberano cuando comenzaban las protestas en Túnez.

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Tres días después de la caída de Ben Ali, el 14 de enero, el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí hizo público un comunicado en el que expresaba "sentimientos de profunda solidaridad (...) con el pueblo tunecino en su conjunto en esta etapa crucial y delicada de su historia". Las autoridades marroquíes no han comentado, por ahora, los últimos acontecimientos en Egipto.

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