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El Supremo venezolano procesa por corrupción a Carlos Andrés Perez

La Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Venezuela decidió ayer por mayoría procesar por corrupción al presidente Carlos Andrés Pérez, de 70 años. La decisión de la CSJ implica que ahora el Senado de Venezuela deberá decidir si continúa el procedimiento contra Pérez, acusado de presunto desfalco y malversación de fondos de la partida secreta, de gastos de la presidencia en febrero de 1989.

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El 'antejuicio de mérito' no es una condena

Además de Pérez, la Corte acordó el procesamiento del senador de Acción Democrática Alejandro Izaguirre, ministro del Interior al inicio de la actual presidencia de Pérez, y contra el diputado Reynaldo Figueredo, ex ministro de la Presidencia y después canciller, que recientemente formó parte de la Comisión de la Verdad de la ONU para El Salvador.El Gabinete presentó en pleno su dimisión y a primera hora de la madrugada de hoy, hora española, Carlos Andrés Pérez dirigió un mensaje al país en el que atribuyó su procesamiento a una "conjura política". El presidente dijo que acataba la decisión de la Corte, pero advirtió que "tendrá terribles consecuencias para Venezuela". Pérez agregó en su mensaje radiotelevisado que pone el cargo a disposición de quien designe el Congreso para sucederle. Aseguró que no se defenderá porque no tiene nada que ocultar, al tiempo que pidió apoyo para la persona que le suceda mientras se celebre el juicio.

Venezuela esperó ayer, con aliento contenido, la decisión de la Corte Suprema de Justicia sobre el antejuicio de mérito contra Pérez por presunto desfalco y malversación de 250 millones de bolívares -(unos 350 millones de pesetas al cambio actual) de fondos de la, partida secreta- de la presidencia, cometido en febrero de 1989, pocos días después de la toma de posesión presidencial. A lo largo del día las calles de Caracas registraron un tráfico escaso y a la caída de la tarde la gente se apresuraba para regresar a casa por temor a disturbios.

Miles de efectivos policiales estaban desplegados por lugares estratégicos del centro de Caracas, en previsión de posibles desórdenes.

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Miles de personas celebran en la calle el procesamiento del presidente de Venezuela

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Las Fuerzas Armadas habían puesto en marcha en la capital el plan Ávila, para controlar cualquier desbordamiento popular de júbilo o protesta por la decisión de la Corte.

Al conocerse de forma extraoficial la decisión de la Corte a favor del procesamiento de Carlos Andrés Pérez, miles de personas se lanzaron las calles del centro con banderas nacionales, sin que los policías iniciaran ninguna acción represiva. En los alrededores del Congreso se congregaron varios cientos de personas que gritaban a favor de la convocatoria de una Asamblea Constituyente y pedían la cárcel para Pérez.

En una oficina bancaria de la plaza de Venezuela, Beatriz, una empleada, comentó al conocer el fallo de la Corte Suprema de Justicia: "Eso le pasa por ladrón. Tenían que haberle echado con el primer golpe [la asonada del teniente coronel Hugo Chávez del 4 de febrero del año pasado]. Hace falta un Chávez para poner orden en esta vaina". Una empleada de la limpieza del hotel Hilton comentaba: "No le va a pasar nada. Es uno de los hombres más ricos del mundo y ahora se irá del país con sus reales (dinero)".

Pérez se ampara en el secreto del destino de los fondos de la partida secreta y se limita a declarar que se gastaron en el extranjero para actividades relacionadas con la seguridad de Venezuela. Sobre el destino de esos fondos circulan toda clase de rumores en el país: desde quienes aseguran que fueron a parar a personas del entorno de Pérez para enriquecerse, a pagar la fiesta de toma de posesión o la campaña presidencial que le llevó por segunda vez a la presidencia.

Amigos políticos

Una fuente relacionada de forma indirecta con varios partidos socialdemócratas de América Latina comentó a EL PMS que esos 250 millones de bolívares, convertidos en 17 millones de dólares al cambio preferencial todavía vigente aquellos días, se destinaron a finaciar campañas electorales de amigos de Pérez.

Según esta fuente, parte de esos fondos se emplearon, de forma más o menos directa, en las campañas presidenciales de Violeta Chamorro en Nicaragua y la del socialdemócrata Jaime Paz Zamora en Bolivia.

Según esta versión, con esos fondos se Financiaron actividades de apoyo y asesoramiento de esas campanas electorales. Otro posible destino habría sido el de ayuda al derrocado presidente de Haití, Jean Bertrand-Aristide. Todo habría formado parte del sueño de Pérez de convertirse en un líder continental en favor de la democracia en América Latina.

Un comunicado publicado ayer en varios periódicos de Caracas, firmado por el dirigente socialdemócrata dominicano José Francisco Peña Gómez, vicepresidente de la Internacional Socialista, parece insinuar la veracidad de esta versión. En el texto titulado Venezuela al borde del abismo, Peña Gómez escribe: "He viajado por los cinco continentes en compañía del presidente Carlos Andrés Pérez y en esos largos periplos he tenido la oportunidad de descifrar muchos secretos de su personalidad y puedo asegurar que no le interesa ni el dinero, ni las riquezas materiales, sino el poder y la gloria".

Añade Peña: "Tengo la certeza de que, independientemente de cualquier fallo de procedimiento que se haya cometido en su administración, la finalidad esencial de su política exterior fue promover la causa de la democracia".

La crisis del procesamiento de Pérez amenaza con destrozar a su partido AD. Los adecos se reunieron el miércoles para destituir a su presidente Humberto Celli, quien se había pronunciado por la dimisión de Pérez, si la CSJ acordaba que había motivo para el procesamiento. Celli denunció el estalinismo de AD y declaró contundente: "Se me dsetituye por haber sumado mi voz a quienes en el país desean que la corrupción sea exterminada". Celli señaló: "En ningún momento me voy de AD, porque nací y moriré en el partido, el cual aprendí a querer desde pequeño y no a este partido dirigido de forma estaliniana y sobre todo recibiendo instrucciones del palacio de Miraflores".

En una breve alocución por radio, con algunos momentos de patetismo, Pérez se diririgió al país unas horas antes de iniciar su reunión la CSL Aseguró Pérez: "Ninguna de las acciones de mi vida manchará mi historia. Yo no comprendo por qué se me hace lo que se me está haciendo".

Acatamiento

Reiteró el presidente su disposición a acatar la decisión de la CSJ y, con tono de despedida sacó un apresurado balance de su gestión presidencial: "He defendido al país frente a las asechanzas, he abierto las compuertas para un gigantesco cambio en la sociedad venezolana" y añadió que se sentaron las bases para las más audaces transformaciones políticas que se han intentado en Venezuela. Resaltó Pérez que defendió la democracia y que no se arrepiente de haber abierto canales de participación a los que se consideran sus enemigos. "Lo he hecho con sincera fe en la democracia", dijo. Anunció Pérez con tono seguro "aquí no pasará nada cualquiera que sea la decisión de la Corte" e indicó que había adoptado "todas las disposiciones destinadas a. garantizar la paz pública". Reconoció Pérez que Venezuela vive un momento duro: "Contra mí se ha desatado la más brutal y encarnizada guerra por parte de enemigos a quienes sólo he prodigado el más considerado de los tratos personales e institucionales. Nadie puede haberse sentido perseguido por mí". Agregó Pérez: "Sé que se me quiere aplastar. A una infamia sigue otra y otra, pero esto no cambia mi carácter, ni mi fe en la democracia. No me per donan que haya sido dos veces presidente por aclamación po pular".

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