_
_
_
_
_

Periodistas detenidos y apaleados en Egipto

EE UU denuncia una campaña para amedrentar a la prensa extranjera.- Liberados todos los reporteros españoles arrestados ayer

Reporteros gráficos, entre ellos el fotógrafo de AP Khalil Hamra, se protege detrás de unas maderas durante la batalla campal entre seguidores y detractores del presidente Mubarak.
Reporteros gráficos, entre ellos el fotógrafo de AP Khalil Hamra, se protege detrás de unas maderas durante la batalla campal entre seguidores y detractores del presidente Mubarak.AP

El régimen de Mubarak no quiere testigos. Aunque lo que se está viviendo estos días en El Cairo no sea una guerra, el aparato del presidente está intentando que la verdad sea una de las víctimas colaterales. Los periodistas están en el punto de mira de los partidarios del rais, que quiere silenciar la voz y la imagen de las protestas. Partidarios del presidente egipcio irrumpieron ayer en hoteles del centro de El Cairo próximos a la plaza de la Liberación, epicentro de las protestas antigubernamentales, para perseguir a los periodistas extranjeros.

La agresión más grave la sufrió un informador griego, Petros Papacostantinu, enviado especial del diario Kathimerini, que fue apuñalado en la plaza de la Liberación, según ha relatado él mismo. "Me golpearon, me apuñalaron y, pese a la intervención de unos soldados, me robaron todo lo que llevaba", explica. "Los militares me llevaron a un lugar a salvo pero fui tratado como un detenido. Tras mis protestas, me llevaron a un hospital", prosigue. En la clínica fue curado de sus heridas y poco después regresó a su hotel.

Los pro Mubarak agitan la teoría de la "ingerencia extranjera" para inculpar a los periodistas de querer desestabilizar Egipto
Más información
Suleimán promete diálogo mientras sigue la represión
¿Quiénes son los pro-Mubarak?
Los periodistas, objetivo de los partidarios de Mubarak
Partidarios y detractores de Mubarak se enfrentan en la plaza de la Liberación
El régimen recurre al miedo para contener a la oposición
La multitud mantiene el desafío para echar a Mubarak del poder
Los partidarios de Mubarak incendian la oficina de Al Yazira en El Cairo
Una reportera de EE UU es agredida sexualmente en la revuelta de Egipto

Muchos otros informadores fueron detenidos por la policía, entre ellos varios españoles. Seis periodistas del canal catalán TV3, dos de la cadena Telecinco y las enviadas especiales de ABC y Punto Radio y de la cadena Cope fueron retenidos en distintas comisarías tras diferentes altercados. Todos ellos fueron puestos en libertad al cabo de unas horas. La reportera de TVE fue zarandeada.

Laura López Caro, corresponsal de ABC y Punto Radio, y Beatriz Mesa, enviada de La Cope, relataron haber sido obligadas por "una masa enfurecida" a bajar del coche en el que viajaban en un control, según la descripción de los hechos de Borja Bergareche, subdirector de Abc. "Las empujaron contra una pared hasta que, milagrosamente, apareció un soldado que las rescató de las manos de los partidarios de Mubarak, entre los que había desde niños con cuchillos a posibles agentes de paisano", cuenta Bergareche. El soldado trasladó a las corresponsales a una comisaría, donde estuvieron retenidas, y de ahí las llevaron en ambulancia a su hotel.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Los seis reporteros de TV3 detenidos pasaron cinco horas detenidos tras ser arrestados por una patrulla militar cuando estaban grabando imágenes desde una azotea, mientras que los dos enviados de Telecinco, Mayte Carrasco y Jaime López, fueron conducidos a una comisaría de después de que su taxi fuese asaltado cuando iban a conectar con los informativos de la cadena.

El Ministerio de Exteriores español ha exigido a las autoridades egipcias que protejan a los profesionales desplazados a la zona, después de que muchos denunciaran ayer estar siendo víctimas de lo que consideran una "campaña concertada" para evitar que se informe sobre lo que está ocurriendo. La corresponsal de EL PAÍS, Nuria Tesón, asegura que no se les deja prolongar la estancia en hoteles como en el Hilton, un establecimiento estratégico situado a solo 300 metros de la plaza de la Liberación, desde cuyas ventanas se pueden ver y grabar imágenes de los choques. Tesón explica que partidarios de Mubarak, armados con palos y machetes, están registrando a todo extranjero que intente entrar en la plaza para buscar cámaras y echar a todos los periodistas.

Mayte Carrasco, corresponsal del Tele 5, contó poco antes de su arresto que el Hilton estaba echando a todos los corresponsales y que no aceptaba nuevas reservas: "Solo se pueden quedar algunos de los que pagaron por adelantado las habitaciones", dijo. Además, describió episodios de violencia contra los periodistas en la calle por parte de los partidarios de Mubarak: "Nos escupían y nos insultaban, y muchos de nuestros compañeros fueron agredidos con palos y piedras". Y relató que una periodista noruega fue "acosada y magreada" por un grupo de hombres pro-Mubarak.

El acoso está siendo constante y sistemático. Los periodistas no pueden moverse por la ciudad con libertad ni se les deja salir a la calle, cuenta el enviado especial del EL PAÍS, Enric González. La situación de los informadores extranjeros ya era complicada desde los primeros días de la revuelta, pero el miércoles, tras el discurso de Mubarak, se produjo un empeoramiento. Los partidarios del presidente salieron de la cueva y empezaron a atacar a manifestantes y periodistas. Su delito, según los partidarios del rais, es mostrar al mundo una imagen que no se ajusta a la realidad del país.

Condenas de la comunidad internacional

También reporteros de otros países denunciaron agresiones. Anderson Cooper (CNN), Jerome Boehm (BBC) y Lara Setarkian (ABC News) aseguraron haber sido objeto de ataques y agresiones por parte de matones y fieles a Mubarak, según informaron sus respectivos medios. Además, fueron detenidos dos periodistas del diario The Washington Post y uno de The New York Times.

La Casa Blanca, a través de su portavoz, Robert Gibbs, condenó el trato que está recibiendo la prensa en Egipto y pidió la liberación de los reporteros que hubieran sido detenidos, informa Yolanda Monge. Un poco más allá, el portavoz del Departamento de Estado de EE UU, J. P. Crowley denunció una "campaña" orquestada para intimidar a los periodistas y dificultar su trabajo en Egipto. Y unas horas después, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, condenó el acoso a la prensa, que calificó de "inaceptable". "Es una violación de las normas internacionales que garantizan la libertad de prensa", dijo.

Europa también empieza a hacer oír tímidamente su voz. Los mandatarios de España, Francia, Alemania, Reino Unido e Italia han manifestado su "extrema preocupación por la degradación de la situación en Egipto". "Los egipcios deben poder ejercer libre y pacíficamente su derecho a manifestarse y disponer de la protección de las fuerzas de seguridad. "Las agresiones contra los periodistas son totalmente inaceptables", afirmaron ayer en una declaración conjunta José Luis Rodríguez Zapatero, Nicolás Sarkozy, Angela Merkel, David Cameron y Silvio Berlusconi. "La intimidación y la agresión contra periodistas es totalmente inaceptable", denunció la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton.

Reporteros Sin Fronteras (RSF) condenó también las agresiones sufridas por los periodistas y las calificó de "repulsivas". "Periodistas con mucha experiencia en zonas de conflicto dicen no haber visto nunca nada igual", declaró a Efe el director de investigaciones de RSF, Giles Lordet. "Parece que el objetivo es vaciar El Cairo de medios extranjeros y está dando resultado porque algunos, de los que no puedo decir el nombre, han llamado ya de vuelta a sus enviados especiales", aseguró. "Varios corresponsales han sido directamente atacados por partidarios del jefe de Estado y policías infiltrados", señaló la organización en un comunicado.

Imagen de la zona de las pirámides de Gizeh, cerrada al turismo.
Imagen de la zona de las pirámides de Gizeh, cerrada al turismo.CLAUDIO ÁLVAREZ

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_