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Roma impulsa la línea de tren de alta velocidad Turín-Lyon

Antonio Jiménez Barca

En la cumbre franco-italiana celebrada ayer en Roma se habló de energía nuclear y nuevas centrales, de crisis financiera mundial y soluciones para esquivarla, de Oriente Próximo, del futuro de Europa, pero también de lo más cercano: de las carreteras y líneas ferroviarias que unen ambos países. El ministro italiano de Infraestructuras, Altero Matteoli, y su homólogo francés, Jean-Louis Borloo, aseguraron que van a impulsar la línea de alta velocidad que en un futuro unirá la ciudad francesa de Lyon con la italiana de Turín, un viejo proyecto estancado hace años.

Matteoli no fue muy concreto: "Con el colega Borloo hemos llegado al acuerdo de respetar un cronoprograma para definir el proyecto de esta línea, de modo que no se retrasen los trabajos de una infraestructura esencial para la economía de los dos países y, en general, de toda Europa".

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Esta línea ha sido muy contestada por una parte de la población italiana. A finales de mayo, la UE destinó cerca de 8.000 millones de euros para redes europeas de transporte. Entre los proyectos que se financiarían en parte con este dinero se encontraba el trayecto italiano del corredor nacido de un acuerdo italo-francés de 2001, y rechazado por los habitantes del valle de Susa. La nueva línea iba a atravesar este valle montañoso de los Alpes, en la provincia de Turín, en forma de túnel. Los habitantes de la zona se han opuesto siempre por una razón medioambiental: temen que el amianto y el uranio que duermen en las montañas afloren con motivo de las obras y queden al descubierto. Ahora, a juzgar por las palabras de los dos ministros, la obra podría encarrilarse definitivamente.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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