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Rusia sufre la peor sequía en 130 años

La falta de agua afecta a una superficie igual a Portugal y reduce las cosechas.- El precio del trigo se dispara ante el temor de que Moscú limite la exportación

La peor sequía en 50 años y el mayor calor en 130 está devastando Rusia. La falta de agua han afectado a 10 millones de hectáreas durante julio -un territorio equivalente a Portugal- y ya se prevé una drástica reducción de la cosecha de trigo para este año. Ya hay 27 regiones productoras de grano en estado de emergencia, mientras casi 200.000 bomberos y casi 60 aviones intentan desesperadamente apagar más de 500 focos en otras siete regiones del país. Hay más de 2.000 personas sin hogar y alrededor de 40 han muerto sofocados por las llamas.

Los productores de grano rusos son pesimistas. La canícula, en intensidad de calor y duración, es la más dañina desde que existen registros hace más de un siglo. No dudan de que la oferta de trigo se resentirá severamente este año y, aunque el Gobierno de Moscú sostiene que no habrá restricciones a las exportaciones, ya hay barcos cargados con más de 200.000 toneladas de alimentos con dstino a Asia demorados en los puertos del mar Negro. La magnitud de la crisis -Rusia es el cuarto mayor exportador de maíz del mundo- han disparado los precios de esta materia prima en el mercado internacional de Chicago. La crisis no es sólo rusa, es global, y amenaza con generar otra crisis de los precios de los alimentos como la de 2007.

Los pronósticos, para mayor desaliento, son catastróficos. El calor, según los meteorólogos, no tiene visos de remitir en las próximas semanas. Algunos expertos ya dibujan cuadros apocalípticos, con escasez de productos y una gran inflación que podría desembocar en una feroz crisis económica. El Gobierno, por su parte, trata de tranquilizar a la población. Promete que establecerá un control de precios para los alimentos básicos y asegura que no habrá déficit de productos agrícolas.

Alexandr Beláyev, viceministro de Agricultura, reconoció ayer que este año la cosecha de cereales caerá a 70-75 millones de toneladas, contra más de 97 millones el año pasado y 108 millones en 2008. No obstante, el alto funcionario minimizó el problema asegurando que no se limitarán las exportaciones y que éstas serán similares a las de 2009 (21,4 millones de toneladas). Esto es posible, según el Gobierno, debido a que el consumo interno de cereales es de unos 75 millones, que es lo que se espera cosechar, al tiempo que hay excedencias de más de 20 millones de toneladas.

En contraste con el moderado optimismo Beláyev, el viceprimer ministro Víktor Zubkov sostiene que el déficit de cereales será de 4,2 millones de toneladas y que los granjeros, ante el temor de no poder conseguir alimento para el ganado, ya han comenzado a sacrificarlo. Tsentrosoyuz, la mayor red de compra de productos cárnicos del país, ha adquirido desde principios de julio 8.000 toneladas de carne, lo que supera en un 20% a la cifra del año pasado en el mismo periodo.

La escalada de la inflación ya es una realidad en las regiones golpeadas por la sequía, donde el precio de una tonelada de harina cuesta más del doble que hace un mes: de 5.200 rublos a 11.700 (un euro equivale hoy a poco más de 39 rublos). Aún es pronto para saber si el alza de los precios del pan provocará malestar social, pero nadie en el Gobierno se atreve a descartar protestas por los precios.

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La sequía ha forzado a 27 Gobiernos regionales -la mayoría de la zona central de Rusia- a declarar la emergencia mientras que el Gobierno federal ha puesto en alerta a otras siete zonas por los incendios. El estado de emergencia permite a las autoridades regionales obtener una serie de facilidades, como la posibilidad de usar fondos especiales o de acceder a créditos blandos para paliar la crisis.

El primer ministro Vladímir Putin está aprovechando la crisis para demostrar quién es el hombre fuerte de Rusia con vistas a las próximas presidenciales. El primer ministro ha hecho una gira por las zonas afectadas por los incendios -mientras el presidente Dmitri Medvédev ha permanecido en Moscú- y ha prometido ayudas a la población y ha regañado a las autoridades locales por su poca eficaz lucha contra las llamas.

No obstante, Putin también está recibiendo críticas de los ambientalistas y la oposición porque hace cuatro años, durante su presidencia, forzó la aprobación de una ley forestal que ha beneficiado a la industria maderera en detrimento de la protección de las 809 millones de hectáreas de bosques de Rusia, el doble de toda la UE.

Fotografía del pasado 31 de julio en el que se ve un campo de trigo, en la localidad de Voronezh (500 kilómetros al sur de Moscú)  afectado por un incendio.
Fotografía del pasado 31 de julio en el que se ve un campo de trigo, en la localidad de Voronezh (500 kilómetros al sur de Moscú) afectado por un incendio.AP

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