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Ola de cambio en el mundo árabe

La UE rechaza el plan de Italia de repartir a 20.000 tunecinos

La UE rechazó ayer los planes de Roma de repartir entre los Veintisiete la carga de los más de 20.000 indocumentados llegados a Italia desde Túnez desde mediados de enero. La reacción del Gobierno italiano, ante sus demandas de solidaridad, fue de amargura y de rabia. Tras la reunión de los ministros de Interior en Luxemburgo, el italiano Roberto Maroni, afirmó: "Italia ha sido abandonada". Y añadió: "Me pregunto si tiene sentido continuar formando parte de la UE". Sí hubo solidaridad con Malta, agotada por la presencia de casi 1.000 demandantes de asilo procedentes de Libia. Varios países se repartirán buena parte de ellos. España acogerá a un centenar.

Maroni llegó a la cita de Luxemburgo reiterando el órdago lanzado el día anterior por el primer ministro, Silvio Berlusconi, de que si la UE no vale para hacer frente a esta crisis más vale olvidarse de ella. Los argumentos de Maroni fueron rechazados por sus colegas en "un debate muy vivo" en la sesión oficial, que derivó en críticas más francas a la hora del almuerzo. El problema italiano ni siquiera quedó recogido en las conclusiones de la reunión sobre la gestión de los flujos migratorios procedentes del otro lado del Mediterráneo.

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La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, reconoció que los ministros hablaron del mecanismo temporal de protección, concebido durante la guerra de Kosovo para hacer frente a un flujo desbocado de personas que no pueden ser devueltas al país de origen. "No hemos llegado a esa situación", precisó la comisaria.

Lo que ha hecho Malmström es crear una "nueva doctrina", en palabras del ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al aprobar el acuerdo entre Italia y Francia que establece las normas por las que los tunecinos a los que Roma va a conceder un permiso de residencia temporal puedan salir de Italia hacia otros países. Porque los más de 20.000 tunecinos llegados a Italia al calor de la revolución que derribó al presidente Zinedine Ben Ali "son emigrantes ilegales -no demandantes de asilo- que deben ser repatriados", según opinión de Rubalcaba compartida por los restantes ministros. "Repartir emigrantes ilegales como quería Italia no es buena cosa".

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Italia pactó hace una semana con Túnez un acuerdo para repatriar diariamente a unos 60 emigrantes de los llegados a sus costas a partir del 4 de abril, que deja fuera a los 20.000 llegados con anterioridad, personas que París o Berlín temían que acabaran en sus territorios. Francia amenazó con medidas que ponían en cuestión la libertad de movimientos dentro de la UE. De ahí el pacto franco-italiano, que sienta una nueva doctrina en Europa. Francia solo aceptará la entrada de quienes cuenten con documento de viaje y recursos económicos, tengan destino claro y digan que van a volver a Italia.

"España les pedirá los mismos requisitos", adelanta Rubalcaba, quien aventura que los tunecinos indocumentados se quedarán varados en Italia. La UE presionará a Túnez para que acepte repatriar cuanto antes a sus nacionales. El presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, llega hoy a Túnez con ese mensaje.

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