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Voz para los protagonistas anónimos de la catástrofe

El documental 'Sueños de Haití' se presenta en Madrid

La situación del país es tan grave que "el mayor problema es estar vivo", dice Camile Etienne, uno de los protagonistas de Sueños de Hatí, documental de Acca Media dirigido por Miguel Ángel Tobías, que Casa América presenta hoy con motivo del primer aniversario del terrible terremoto que asoló el país. La presentación ante la prensa estuvo a cargo de la embajadora de Haití en España, Yolette Azor-Charles; el director del documental, Miguel Ángel Tobías, y de María del Carmen Bazarra, monja de las Hijas de la Caridad.

Sueños de Haití es el primer documental español rodado en ese país tras la tragedia, que el 12 de enero de 2010 segó la vida de 230.000 haitianos, devastó el país y destruyó el 85% de su capital, Puerto Príncipe. Se grabó un mes después de la catástrofe. Pretende dar voz a los protagonistas anónimos de la tragedia, pero también es un proyecto solidario, porque con el preestreno en Casa América la productora pretende recaudar fondos para ayudar a las Hijas de la Caridad en Haití, orden que lleva más de 30 años trabajando en el país, para construir un orfanato que acogerá a 50 niñas.

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Un año después del terremoto, considerado una de las catástrofes humanitarias más graves de la historia reciente, Haití sigue siendo noticia por los desastres: el huracán Thomas, la epidemia de cólera que ha matado ya a 1.500 personas, el fracaso electoral... En el año transcurrido tan solo se ha retirado un 10% de los escombros y más de un millón de personas siguen en la calle.

Miguel Ángel Tobías declaró ayer, en la sede de la Secretaría General Iberoamericana, que uno de los objetivos de su trabajo es que los haitianos fueran los protagonistas. "Hasta ese momento lo habían sido los cooperantes y los políticos," pero había que poner nombre y apellidos a esas caras desesperadas. La fe, el coraje, la capacidad de lucha, el instinto de superviviencia... "Huimos del amarillismo, que en situaciones así sería fácil, por respeto a la dignidad del pueblo haitiano."

Dignidad es una palabra repetida durante la presentación. María del Carmen Bazarra la usa con insistencia. Llegó a Haití el 4 de febrero de 2010, apenas tres semanas después del terremoto. "Llevo Haití en el corazón", dijo emocionada. "Hay que recordar, no olvidarnos porque en Haití queda mucho por hacer".

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Los protagonistas del documental sonríen todo el tiempo: Camile Etienne, un arquitecto de 33 años que llegó a Haití un día antes del terremoto. Podía haberse quedado en España, pero ha decidido que su lugar está en su país; o Chantalle Jean Louis, estudiante de enfermería en República Dominicana que decidió regresar para ayudar a su familia y ahora trabaja como voluntaria en un hospital. O Jackson, un soldador que envía lo poco que gana a su familia en República Dominicana, que insiste en que el haitiano tiene que cambiar de mentalidad para que las cosas cambien.

Durante la visita a Delmas 32, el barrio de la enfermera Chantalle, totalmente destruido, la gente ve la vida pasar: "¿Qué vas a hacer aquí? No hay trabajo, no hay colegios, nada de nada, solo se puede dormir y esperar". Otro de los protagonistas es César Claros, voluntario de Bomberos en Acción que trabaja en Leogane, epicentro del terremoto. "Uno de cada diez habitantes de esta ciudad murió"; o Sor Natalí, Hija de la Caridad que vive en Haití desde hace 19 años. Dirigía un colegio donde educaban y daban de comer a más de mil niños. Ante la pregunta de si Dios se ha olvidado de Haití, no contesta con un no inmediato. Simplemente dice que estas situaciones los acercan más a Dios. Ninguno de los protagonistas duda de cuál es su lugar en el mundo: Haití. Concluye Etienne, "como haitiano debo convertirme en un soñador que sueña con toda la nación, con un sueño común."

Los haitianos tienen más fe en Dios que en su Gobierno. Al terremoto y al cólera se suma la desesperanza al ver que ni el Gobierno ni la comunidad internacional han cumplido sus compromisos.
Los haitianos tienen más fe en Dios que en su Gobierno. Al terremoto y al cólera se suma la desesperanza al ver que ni el Gobierno ni la comunidad internacional han cumplido sus compromisos.AP
Un año después del terremoto que asoló Haití, aún se siguen encontrando cuerpos de fallecidos en ese fatal desastre. El país sigue viviendo entre escombros y en algunos puntos es como si el año no hubiera transcurrido.Vídeo: AGENCIA ATLAS

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