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Un 'arrepentido' acusa de nuevo a Berlusconi de contactos con la Mafia

La sombra de la Mafia vuelve a proyectarse sobre la figura del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y sobre el partido por él fundado en diciembre de 1993, Forza Italia, hoy el más votado de Italia. El último arrepentidode Cosa Nostra, Antonino Giuffré -supuesto brazo derecho del padrino huido Bernardo Provenzado-, echó de nuevo leña al fuego de la polémica al acusar el martes a Berlusconi de haber sido "referente" esencial de la organización criminal, que se volcó en el apoyo a Forza Italia a cambio de favores.

Las declaraciones de Giuffré en el tribunal de Palermo donde se celebra el juicio contra el senador de Forza Italia y estrecho colaborador de Berlusconi, Marcello Dell'Utri -acusado de haber sido una especie de mediador entre la Mafia y los empresarios del norte de Italia-, han reavivado la polémica sobre el papel de los arrepentidos y sobre los orígenes de la fortuna de Berlusconi.

En una declaración por videoconferencia, Giuffré, detenido en abril de 2002 y colaborador de la justicia desde junio pasado, volvió a resucitar un viejo tema que hizo correr ríos de tinta en la prensa italiana en vísperas de las elecciones de 2001: el de una hipotética conexión de Berlusconi con Cosa Nostra en los años de su espectacular ascenso empresarial. Giuffré, de 57 años, aseguró que en los años setenta el capo mafioso de Palermo, Stefano Bontade, visitó a Berlusconi en su villa de Arcore (Milán), donde trabajaba como empleado en las caballerizas el mafioso Vittorio Mangano. El arrepentido no comprobó los hechos con sus propios ojos sino que la versión le llegó de labios del entonces máximo padrino de Cosa Nostra, Michele Greco. Es una declaración -desmentida escuetamente por los abogados de Il Cavaliere- que apunta en la misma dirección que la hipótesis de los fiscales de Palermo, según los cuales, parte de las generosas aportaciones económicas recibidas a partir de 1978 por la Fininvest, el imperio empresarial de Berlusconi, procederían directamente de las arcas de Cosa Nostra.

Pero las declaraciones de Giuffré en el juicio contra Dell'Utri, antiguo responsable de Publitalia (parte del imperio de Berlusconi), han provocado una considerable polémica porque se producen días después de que se cumpliera el plazo de seis meses concedido por ley a los arrepentidos para confesar todo lo que saben de las organizaciones mafiosas a la que han pertenecido. Durante ese plazo, que expiró el 16 de diciembre pasado, los magistrados interrogaron a Giuffré exhaustivamente, llenando decenas de cuartillas con los datos aportados por el pentito, que han permitido detener a numerosos miembros menores de Cosa Nostra. Sin embargo, en ese material no figuraba, al parecer, ninguna referencia a Dell'Utri. De ahí que el senador forzista se preguntara en el juicio por las razones de la repentina declaración del mafioso.

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