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Los combates en el oeste de Costa de Marfil cercan a miles de desplazados

Las fuerzas del presidente electo toman dos ciudades del cinturón del cacao controladas hasta ahora por el Ejército de Gbagbo.- Medio millón de niños abandonan sus hogares huyendo de la violencia

La negativa del presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, a ceder el poder a Alassane Ouattara, vencedor de las elecciones de noviembre pasado y reconocido por la comunidad internacional, ha reavivado una guerra civil que se pretendía evitar, y ha causado la muerte de al menos 462 personas desde diciembre y ha obligado a cerca de un millón a huir de sus hogares, según la ONU, que alerta de que decenas de miles de desplazados están cercados por los combates sin posibilidad de recibir ayuda. En las últimas horas, las fuerzas de Ouattara siguen su avance hacia el suroeste, y han logrado tomar dos ciudades en una ofensiva que pronto podría llevarlos a controlar un importante puerto.

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Testigos y fuerzas de ambos bandos han confirmado que las tropas de Ouattara -los antiguos rebeldes, que controlaban el norte desde la guerra de 2002-2003, cuya línea de alto el fuego dividió el país en norte y sur - se han hecho con Daloa y Duekoue, en pleno corazón del cinturón del cacao (oeste), del que Costa de Marfil es el primer productor a nivel mundial. De hecho, los hombres del presidente electo controlan ahora una zona de la que se extraen 600.000 toneladas anuales, la mitad de la producción del país. Este avance abre además una ruta directa al importante puerto exportador de San Pedro.

"Los combates han sido muy violentos toda esta noche en Daloa, y no conseguimos conservar nuestra posición", ha explicado una fuente del Ejército, leal al presidente saliente Gbagbo. Según esta fuente, los rebeldes controlan Duekoue, algo que habían negado el día anterior los militares, aunque hay aún enfrentamientos en algunas zonas.

"Han tomado Daloa y circulan por todas partes", describe el propietario de un hotel, Jean Marie Gado. "Nadie sale, las tiendas están cerradas. Esto parece un cementerio".

Los hombres de Ouattara, conocidos como Fuerzas Nuevas, afirman que su ofensiva del oeste tiene por objetivo sellar la frontera con Liberia, ya que acusan a Gbagbo de traer y entrenar combatientes del país vecino.

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Durante esta semana, las fuerzas de Ouattara también han abierto otro frente en el este, con la toma de Bondoukou, cerca de la frontera con Ghana. Hasta ahora, los choques se habían limitado a la principal ciudad, Abiyán (sureste) y al extremo oeste del país.

Al contrario que en la última guerra, cuando las fuerzas de paz francesas entraron en Duekoue para frenar el avance rebelde a San Pedro, la comunidad internacional está ahora furiosa con Gbabgo por torpedear el proceso de paz al no reconocer los resultados electorales.

"Condiciones insoportables"

La situación de los desplazados alarma especialmente a los organismos de ayuda humanitaria. "Estamos extremadamente preocupados por la situación en el oeste de Costa de Marfil. Los desplazados han pasado en dos semanas de 40.000 a 100.000", alerta Melissa Fleming, portavoz de ACNUR, la alta comisaría de la ONU para los Refugiados, que dice que decenas de miles de personas están cercadas por los combates sin posibilidad de recibir ayuda. En Duekoue, "unas 20.000 personas se han precipitado a una misión católica en busca de refugio y las condiciones son insoportables", dice el portavoz de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), Jean-Philippe Chauzy.

Según la OIM, las fuerzas de Ouattara han rodeado la ciudad de Guiglo, lo que impide el acceso a 4.000 desplazados que sobreviven al aire libre sin refugio, agua, comida o acceso a medicamentos desde hace más de una semana. Otras 2.500 personas están refugiadas en los alrededores de la iglesia de Nazareth de Guiglo.

La ONG Save the Children también alerta de la "seria crisis humanitaria que se está extendiendo" en el país, y estima que del millón de desplazados, la mitad son menores de edad, y que cerca de un millón de niños no pueden ir a la escuela por el conflicto.

También continua el goteo de refugiados marfileños en Liberia -una media de 400 por día-. Este país alberga 112.000 de las 116.000 personas que han abandonado el país desde noviembre, según ACNUR. El resto se encuentran en Guinea, Mali, Burkina Faso, Benin, Nigeria y Ghana.

Alassane Ouattara, líder electo de Costa de Marfil, con sus asesores, el pasado enero.
Alassane Ouattara, líder electo de Costa de Marfil, con sus asesores, el pasado enero.AP

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